Los expertos sugieren encierros cortos y duros en casa frente a «medidas parche»
Cataluña estudia confinamientos domiciliarios de fin de semana o de quince días
Frenazo en seco o contención a base de parches. En plena fase álgida de la segunda oleada del Covid-19, el debate sobre qué medidas adoptar para contenerla divide a los expertos , aunque son mayoría los partidarios de las medidas drásticas y puntuales en el tiempo -como son los confinamientos domiciliarios-, frente a los que abogan por actuar de forma más atenuada y por sectores: cortar de raíz o intervención más conservadora.
La disyuntiva está sobre la mesa, y es la que se debate en el seno del Gobierno del País Vasco y de la Generalitat de Cataluña. La segunda confirmó ayer que esta misma semana se anunciarán nuevas medidas. De fondo en esta Comunidad, también se libra la guerra política subterránea entre ERC y Junts, y el debate, «irreal», sostienen algunos, entre quienes priorizan la salud a la economía . Entre las posibilidades: un confinamiento domiciliario limitado a los fines de semana, otro más extenso de 15 días, o uno perimetral . Para los dos primeros se requeriría la cobertura judicial, ya que el estado de alarma aprobado por el Gobierno no faculta para ello.
El confinamiento total durante 15 días que baraja la Generalitat es una apuesta dolorosa, pero, a juicio de algunos expertos consultados por ABC, «necesaria en estos momentos» para ganar el segundo pulso a la pandemia y frenar la preocupante escalada del virus . Otros, sin embargo, lo consideran una opción «arriesgada» y «contraproducente», ya que «puede contribuir a empeorar la situación». Este diario ha pedido a tres expertos de referencia en Cataluña, también asesores del Govern, su opinión sobre la controvertida medida.
«La posibilidad de hacer un confinamiento debe considerarse siempre teniendo en cuenta la evolución epidemiológica y la ocupación del sistema sanitario», destaca a ABC el jefe del Servicio de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla . Este experto consultado recurrentemente por el Govern y también por el Gobierno de Pedro Sánchez asevera que un confinamiento «corto» -de dos o tres semanas- es una buena opción para frenar la transmisión del virus . Con todo, apuesta por mantener la actividad económica «esencial» y la educación hasta el Bachillerato.
Trilla recuerda que «debe explicarse muy bien el porqué de las medidas y el resultado esperado, con el fin de evaluar su efectividad y tomar decisiones posteriores». A su entender, «un confinamiento corto podría detener la expansión del virus, pero también detendría la economía. La recuperación de los dos aspectos es necesaria y están íntimamente relacionados» .
En la misma línea se posiciona el doctor Joaquín López Contreras, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Pau de Barcelona , quien reconoce que dada la virulenta progresión de la pandemia y que «desgraciadamente todavía no se ha percibido el efecto de las medidas adoptadas hasta ahora, la única salida que conocemos es el confinamiento total ».
«Medicina de guerra»
«La situación pinta que va a ponerse muy mal» , añade López-Contreras. Reconoce que es una solución «tremendamente dolorosa», aunque se preserven los servicios esenciales y la educación hasta el Bachillerato, pero advierte que «ya llegamos tarde para otras medidas. Algunos hospitales han rebasado la capacidad técnica de las UCI. Si se superan estos límites, toca hacer medicina de guerra».
Una visión totalmente diferente tiene el doctor Benito Almirante, responsable del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, al igual que Trilla, uno de los expertos a los que consulta esporádicamente el Govern. Almirante es tajante con respecto a la propuesta de confinamiento total de 15 días. «El confinamiento solo se ha mostrado efectivo si es largo» , asegura. Avisa: «Lo que necesitamos ahora no es encerrar a la gente, sino ampliar al máximo la capacidad de detección de positivos».
Este infectólogo de referencia tiene claro lo que recomendaría al Govern, que, según aclara, esta vez no le ha consultado. « Mi recomendación ahora es que se aumenten 20 o 30 veces las pruebas a corto plazo , que se diagnostique el máximo de casos, y que, una vez detectados, se aíslen en espacios preparados como los hoteles salud que funcionaron durante la primera oleada», apunta.
Un encierro en los hogares podría, según dice, «empeorar la situación como se vio en la fase más aguda de la pandemia a finales de marzo». «Llevar el virus a los hogares no es lo óptimo, porque hay muchas viviendas de pocos metros cuadrados en los que conviven varias personas» . Recuerda que la OMS solo avala el confinamiento total «como última opción cuando han fallado todas las anteriores». «Que yo sepa aún no se ha visto si han resultado efectivas las que hemos adoptado», añade el experto. Considera, asimismo, que «en situaciones como las que vivimos no es un buen momento para tomar decisiones de prueba error».
Almirante no descarta que se llegue a la situación de marzo, aunque subraya que las cifras y el contexto son muy distintos. «No negaré que los datos son preocupantes pero no podemos comparar la situación de ahora con la de marzo porque es radicalmente diferente» , dice. Atribuye el empeoramiento de la situación a diferentes factores. «Se desescaló de forma rápida y el sistema de detección y rastreo ha fallado. Europa no se ha preparado bien para esta seguna oleada», concluye el infectólogo.