Los expertos atribuyen el incendio de Tarragona a la mala gestión del estiércol
Explican durante su proceso de fermentación, la gallinaza genera calor y, ese aumento de la temperatura se concentra la lleva a autocombustionar
El incendio de Tarragona, uno de los más graves de Cataluña
«Es un fenómeno bastante normal, aunque raras veces da lugar a un incendio forestal». Durante su proceso de fermentación, el estiércol de gallina (gallinaza) genera calor y, al ser una sustancia que no deja pasar ese calor, ese aumento de la temperatura se concentra en el centro de la masa orgánica y la lleva a autocombustionar, explica a ABC el catedrático emérito de Ingeniería Química de la Universidad de Barcelona (UB), Claudi Mans.
De ese proceso natural de autoignición a desencadenar un incendio hay «un gran paso». Para que suceda, deben darse un cúmulo de circunstancias: que haya una masa importante de gallinaza , que ésta no haya sido removida durante tiempo, y que esté ubicada en una zona en la que haya material que combustione con facilidad, condiciones que, sumadas a las elevadas temperaturas y el fuerte viento que soplaba en la zona, confluyeron el miércoles en la granja en la que se originó el fuego, apuntan los Agentes Rurales que investigan las causas del incendio.
Según Mans, el fenómeno de la autocombustión está detrás de muchos incendios en las industrias téxtiles. «Los trapos sucios y mojados de aceites se oxidan lentamente y en ese proceso se genera también calor que puede hacer combustionar la masa de tejidos», explica el catedrático de Ingeniería.
«Que el estiércol autocombustione no puede evitarse pero sí que ello conduzca a un incendio», señala el experto. No acumular demasiada cantidad de estiercol, removerla de forma periódica y ubicarla lejos de zonas forestales o material que arda con facilidad es una forma de evitar que ese proceso de fermentación natural «cause males mayores».
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