¿Están los enfermeros preparados para hacer frente a una crisis del ébola?
En el 48% de los hospitales, los equipos de protección no cumplen las normas del Centro para el Control y Prevención de enfermedades
Han pasado tres años desde que la auxiliar de enfermería Teresa Romero se contagió de ébola al tratar al misionero Manuel García Viejo. Una crisis en la que se minusvaloró el peligro, no se activaron bien los protocolos y los trabajadores ni siquiera sabían cuál era el material adecuado que había que usar, explicó ayer la responsable de Salud Laboral de Satse, Carmen Vide. Desde entonces «se ha aprendido mucho», dijo. Pero también queda mucho por hacer.
Según los datos del primer Informe del Observatorio de Bioseguridad elaborado por el Consejo General de Enfermería y el Sindicato de Enfermería (Satse), presentado ayer, en el que se encuestó a 150 enfermeras «centilas» de diferentes centros, el 90% considera que no se ha formado a todas las enfermeras en los hospitales, ni al 66% de los trabajadores de los centros de salud.
Además, los equipos de protección personal tampoco cumplen todas las especificaciones técnicas establecidas por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades en el 48% de los hospitales y en el 68% de los centros de salud; mientras que el 10% de los hospitales y el 7% de los centros de salud no ha recibido los equipos de protección individual.
Una información que ayer la Mesa de la Profesión Enfermera aseguró que transmitirá al Gobierno, todos los grupos políticos y a los consejeros de Sanidad de todas las Comunidades Autónomas. «Hay que aprender de los errores» , destacó Vide.
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