«España puede ser uno de los países europeos más afectados por el zika»

La epidemióloga Clara Menéndez coordina en la OMS los protocolos de actuación en embarazadas que han sido infectadas y tiene un riesgo de tener un niño con malformaciones

Clara Menéndez en la sede de la Fundación BBVA de Madrid ERNESTO AGUDO

N. RAMÍREZ DE CASTRO

Ha cambiado el trabajo de trincheras de África por un despacho de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra. Allí trabaja como consultora desde que Pedro Alonso, su marido y principal colaborador, fuera nombrado director del Programa Mundial de Malaria . Clara Menéndez lleva años dedicada a la salud maternoinfantil en el Centro de Investigación de Manhiça (Mozambique) y ahora su voz se escucha en la epidemia del zika , la última crisis de salud global que amenaza a las mujeres embarazadas. La epidemióloga atiende a ABC durante una reciente visita a Madrid, invitada por la Fundación BBVA.

—La OMS considera que el zika constituye una emergencia mundial. ¿La agencia de Naciones Unidas se cura en salud?, ¿no es una alarma excesiva?

—Preocupa todo lo que desconocemos y este virus es un gran desconocido. Lo que más inquieta es la asociación de este virus, que transmite la picadura de un mosquito, con defectos neoatales como la microcefalia en recién nacidos. Este vínculo se ha visto claramente en Brasil.

—¿Por qué en Brasil y no en otros países afectados por la epidemia como Colombia o Venezuela?

—Pensamos que solo es cuestión de tiempo. La epidemia empezó en Brasil y después se extendió a Colombia. Allí los casos de microcefalia probablemente se empiecen a ver en junio.

—El virus no es nuevo, fue identificado en Uganda en 1947, ¿por qué hasta ahora no se había vinculado con malformaciones en bebés?

—Desde que se identificó, además de en el continente africano, se han detectado brotes en la Polinesia francesa y en otras islas del Pacífico. Es posible que hubiera causado epidemias de este tipo pero nadie se dio cuenta porque en estos países no se suele medir la cabeza de los niños. Otra posibilidad es que el virus haya mutado y los efectos sean diferentes.

—Los casos detectados hasta la fecha, ¿son solo la punta del iceberg?

—Sin duda. En la mayoría de los casos la infección no produce síntomas. La madre puede no darse cuenta de haberse infectado y aunque el niño nazca sin una microcefalia grave no significa que no vaya a tener problemas más adelante. El virus tiene afinidad por el sistema nervioso, además de la microcefalia puede causar otros problemas como los trastornos bipolares, la hiperactividad o los problemas visuales que solo serán detectados con el tiempo. Esto aún está en estudio. Sabemos muy poco de este virus.

—Tras el ébola, ¿Occidente ha aprendido que hoy las epidemias son amenazas globales?

—Sí, tras el ébola la OMStransformó su sistema de emergencia y ahora con el zika estoy viendo respuestas muy rápidas. Se están haciendo convocatorias para investigar el virus y hay detrás organizaciones con capacidad financiera importante. España debería hacer también este esfuerzo porque puede ser uno de los países europeos más afectados.

—¿Por qué?

—Primero por nuestra relación estrecha con los países afectados de América Latina que facilita un importante trasiego de viajeros y emigrantes que van y vuelven. Pero también porque el mosquito que transmite el virus ya está en España, aún no ha habido casos autóctonos pero podría haberlos. En la OMS ha habido reuniones y había representantes del sistema salud británico preguntando qué podrían hacer por la crisis del zika poniendo dinero sobre la mesa. A mí me gustaría ver algo similar en España y no me consta que se esté haciendo. El Banco Mundial y Europa también deberían ayudar a la población afectada enviando repelentes de insectos para evitar que el mosquito pique.

—¿Le preocupa el efecto expansivo que puede tener la epidemia durante los Juegos Olímpicos de Río contantos visitantes, incluidos nuestros deportistas?

—Sin duda, esto es una preocupación enorme y mundial.

—¿Usted iría?

—No, si estuviera o quisiera quedarme embarazada. Si no, iría y me protegería con repelentes y ropa para evitar la picadura. En cuanto a los deportistas es más difícil de valorar, pero en los próximos meses saldrán recomendaciones más claras desde la OMS.

—Además de asesorar a la OMS en la epidemia del zika, uno de sus últimos proyectos es la autopsia mínimamente invasiva para intentar averiguar la causa del fallecimiento cuando muere una mujer embarazada o sus hijos. ¿Cómo funciona?

—Hemos validado un protocolo que nos permite alcanzar un diagnóstico tomando muestras con agujas muy finas del corazón, pulmón, hígado, cerebro..., de todos los órganos que consideramos importantes. En muchos países es imposible contar con recursos para hacer autopsias completas. Este protocolo funciona bien y es adaptable tanto a niños como a embarazadas. Es importante conocer la causa de la muerte porque es la única manera de establecer programas para ayudarles y empezar a mejorar. La mayoría de las personas de este mundo globalizado viven en lugares en los que no existen estadísticas vitales de cuantos niños nacen y cuántas personas se mueren. Nacen, mueren y es como si no hubieran existido.

—Por motivos culturales y religiosos ¿será fácil convencer a una familia de la importancia de recoger estas muestras?

—Lo que más nos preocupa, más que las barreras religiosas que creemos que son salvables, es explicar por qué estás allí haciendo muchas cosas cuando el paciente ya se ha muerto y no has llegado antes cuando se podía salvar. No estamos muy preparados para esta pregunta, pero lo sabremos cuando empecemos a trabajar en los próximos seis meses.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación