España cae en picado en Lectura en PISA con enormes dudas sobre la fiabilidad de los datos

La OCDE aplazó el año pasado la publicación de los resultados de lectura de PISA de 2018 de España por «anomalías» (algunos alumnos dieron respuesta afirmativa a cuestiones como: «Los perros pueden construir aviones»). Los datos se han publicado este miércoles, denuncia la Comunidad de Madrid que es una de las regiones que más cae, sin haberse modificado ni explicado los errores

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Los datos de PISA de Lectura de España deberían haberse publicado el pasado 3 de diciembre pero por «anomalías» que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no explicó en su momento no salieron a la luz.

Este jueves finalmente se publicaron y para la OCDE el motivo de dichas «anomalías» es la «disposición negativa hacia la prueba PISA entre una minoría de estudiantes, como lo demuestra el gran número de alumnos que admitieron haber dedicado muy poco esfuerzo en la prueba». Esto tendría que ver, según la OCDE, con la superposición de exámenes que en esas fechas sufrieron los alumnos de cinco regiones (Madrid, Navarra, La Rioja, Cantabria y el País Vasco) y que son, a su juicio las más afectadas. Sin embargo otras que no están en la lista de la OCDE de las más afectadas como Comunidad Valenciana; Castilla y León; Castilla-La Mancha y pierden 26, 25, 21 respectivamente para las que no hay una clara explicación.

Muchos expertos, que prefieren no desvelar su identidad, dudan sobre la fiabilidad de los datos y apuntan a que los motivos esgrimidos por el organismo internacional explicarían solo un 25 por ciento de la caída y que lo que realmente hay detrás de es una mala explicación de las consignas por parte de los examinadores . De hecho, no se entiende por qué hubo poca predisposición con Lectura pero sí la hubo en cambio con Ciencias y Matemáticas, cuyos resultados sí se conocieron el pasado día 3 junto con el resto de países y su publicación no sufrió ningún inconveniente.

Otros expertos aseguran que estos pésimos datos serían la excusa del Ministerio de Educación para cambiar la actual ley educativa vigente (LOMCE, más conocida como «Ley Wert») para sacar adelante su polémica «Ley Celaá».

España cae 19 puntos en total en Lectura (496 en los en 2015 frente a 477 de 2018, que son los que se tendrían que haber conocido el año pasado). La caída es equivalente a medio curso escolar. El promedio de Lectura de la OCDE es de 487. Por tanto, las mejores posicionadas son Castilla y León con 497; Asturias con 495; Galicia con 494 y Aragón con 490. Se trata, de hecho, de las únicas comunidades que están por encima de la media de la OCDE; el resto se queda por debajo de la media: Comunidad de Madrid, que pierde 46 puntos; Navarra, 42; La Rioja, 24; Comunidad Valenciana, 26; Castilla-La Mancha, 21; Cantabria, 18; Cataluña, 16; País Vasco, 16; Andalucía, 13; Extremadura, 11; Canarias, 11; Islas Baleares, 6 y Murcia, 5.

En cualquier caso, todas las comunidades (sin excepción) pierden posiciones respecto a la anterior edición. La Comunidad de Madrid y Navarra (históricamente en los primeros puestos) son las que más caen respecto a los resultados de PISA 2015. Madrid pierde 46 puntos y Navarra 42 (con 520 y 514 en 2015 frente a los 474 y 472 de 2018, respectivamente) . «Es como si Madrid pasara de Sobresaliente a Suspenso en tres años. Los alumnos que hicieron la prueba representan a 70.000 estudiantes de 4º de la ESO en Madrid, lo que hace realmente sorprendente los resultados obtenidos en Lectura», analiza Ismael Sanz , profesor de la Universidad de Rey Juan Carlos y exchair del Estrategic Development Group de PISA. A nivel global, España queda solo por encima de países con débiles sistemas educativos como Turquía o Bulgaria: «Caemos por debajo de la media de la OCDE, cuando en 2015 estábamos en la media. Es una diferencia estadísticamente muy significativa. España también cayó 20 puntos en PISA 2006 y se recuperó en 2009; en el próximo PISA veremos si estos datos reflejan una caída real», agrega Sanz.

La OCDE decidió aplazar la publicación de los resultados de Lectura, tanto estatales como por autonomías, de los alumnos españoles correspondientes al informe PISA 2018 debido a «anomalías» en las respuestas . «Algunos datos muestran un comportamiento de respuesta inverosímil por parte de los estudiantes. Por consiguiente, la OCDE no puede asegurar una plena comparabilidad internacional de los resultados de Españapor el momento», explicaron el pasado mes de noviembre en un comunicado.

Cuando se conocieron las anomalías, la Comunidad de Madrid reaccionó rápidamente y lanzó el año pasado un categórico mensaje a la OCDE por considerar un «auténtico desastre» los resultados de PISA 2018. De hecho, pidieron al Ministerio de Educación y al organismo internacional encargado de realizar estas pruebas que miden la competencia en ciencias, matemáticas y lectura de los alumnos de 15 años que se retiren todos los resultados ya que los «errores» y «resultados inverosímiles» localizados en lectura habían «contaminado» las otras dos áreas (Ciencias y Matemáticas).

«Los datos son totalmente inexactos»

Este jueves fuentes de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid han señalado a este periódico que «siguen considerando que los resultados obtenidos son totalmente inexactos y no reflejan en modo alguno ni el nivel real de nuestros alumnos , ni se corresponden con el trabajo, esfuerzo y compromiso de nuestro profesorado. La OCDE ha decidido publicar ahora, sin dar ningún tipo de explicación de las investigaciones que ha llevado a cabo durante estos meses, los resultados de la prueba de comprensión lectora, que son exactamente los mismos que nos facilitaron a finales de septiembre del año pasado». «La OCDE solo ha constatado, aseguran desde la consejería, como una de las posibles causas de los resultados cosechados por los alumnos madrileños, la acumulación de evaluaciones en las últimas semanas de mayo de 2018, que coincidieron además con las pruebas PISA y el adelanto de la convocatoria extraordinaria a junio, algo que nos parece a todas luces insuficiente como explicación para unos resultados tan anómalos».

Además, acusan a la OCDE de no querer dar explicaciones «pese a mantener contactos directos para intercambiar información y bases de datos utilizadas para analizar las anomalías en las pruebas, aduciendo que solo mantienen relaciones bilaterales con los Estados y que nos tenemos que dirigir a ellos a través del Ministerio de Educación».

Consultada por este periódico, la analista principal de PISA, Myako Ikeda, dijo que la intención de la OCDE no era « arreglar los datos sino que decidimos publicarlos como estaban y agregar la siguiente nota aclaratoria sobre que la superposición de exámenes en cinco regiones llevó a una disposición negativa de los alumnos que no hicieron todo lo posible para demostrar su competencia».

Sin embargo, la propia Ikeda reconoce, tal como se explica en el documento aclaratorio sobre los resultados de Lectura en España que hoy dio a conocer la OCDE que «aunque los datos de solo una minoría de estudiantes muestran signos claros de falta de compromiso, la comparabilidad de los datos de PISA 2018 para España con los de evaluaciones PISA anteriores no puede garantizarse por completo», apuntó Ikeda quien, además, negó que la OCDE no hablara con Madrid. «La OCDE habló con la Comunidad de Madrid. Les explicamos que habíamos estado realizando análisis adicionales y les sugerimos que se coordinaran con el Centro Nacional PISA en España».

La explicación de la OCDE

La OCDE ha señalado, como una de las posibles causas de los resultados, la acumulación de evaluaciones que han sufrido los alumnos llevando a que presten más atención a las pruebas que les cuentan para el expediente (PISA no cuenta, de hecho, es una prueba anónima).

En los centros educativos hay tres evaluaciones para los alumnos de la ESO (de primer, segundo y tercer trimestre). Si se quedan asignaturas pendientes los alumnos se examinan en convocatoria ordinaria en junio, pero en cinco comunidades (Madrid, Navarra, La Rioja, Cantabria y el País Vasco) dicho examen se ha adelantado: ha pasado de mediados de junio a principios. La extraordinaria (que se hace al suspender la ordinaria) también se ha adelantado: se ha cambiado de septiembre a finales de junio. Eso ha hecho que la tercera evaluación (la del tercer trimestre) también se haya tenido que adelantar: ahora comienzan a mediados de mayo, haciendo que estos exámenes e incluso los finales de la ordinaria coincidan con las pruebas PISA, que se realizan desde abril a junio.

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