EDITORIAL ABC
España debe volver a la cultura del mérito
«Los expertos consultados por ABC coinciden en que el necesario espíritu de sacrificio y dedicación para progresar en los estudios -y también en la vida- no se fomenta lo suficiente en España»
Hace tiempo que España empezó a descuidar la calidad del sistema educativo y, por tanto, uno de los factores más importantes para determinar el futuro laboral de los jóvenes y la fortaleza económica del propio país a largo plazo. La inexistencia de un gran pacto de Estado para garantizar un modelo de educación estable y duradero junto a las nocivas medidas que se han ido introduciendo en el sistema para minar la cultura del esfuerzo han terminado por rebajar el nivel de exigencia hasta límites preocupantes, cuyos resultados se traducen tanto en altas tasas de abandono escolar y universitario como en un bajo rendimiento académico. El último ejemplo de esta errónea política es la fórmula que acaba de adoptar el Ministerio de Educación para otorgar el título de enseñanza secundaria con dos suspensos y una nota media inferior a 5, pero no es la única.
Los expertos consultados por ABC coinciden en que el necesario espíritu de sacrificio y dedicación para progresar en los estudios -y también en la vida- no se fomenta lo suficiente en España e incluso se menosprecia entre los jóvenes, con los consiguientes efectos negativos que ello acarrea. La baja nota que obtienen los alumnos españoles en comparación con otros países desarrollados y la escasa preparación con la que llegan a la universidad son dos señales de alerta a tener muy en cuenta. Es necesario recuperar e impulsar la cultura del esfuerzo para avanzar hacia un modelo educativo que prime la meritocracia y no la mediocridad, puesto que la calidad y la exigencia no están reñidas con la equidad, tal y como demuestran los exitosos casos de Castilla y León o Madrid a nivel nacional o de Singapur y Corea del Sur en el plano internacional. Es responsabilidad de todos conseguirlo.