Escándalo en Portugal al desvelarse que los premios turísticos están «comprados»
El presidente de la Asociación de Hosteleros del Algarve desata una tormenta y pone en alerta a todo el sector
Un ‘terremoto’ ha sacudido los cimientos del sector turístico portugués a causa de las declaraciones sin tapujos realizadas por el presidente de la Asociación de Hosteleros del Algarve , Elidérico Viegas, quien reconoce abiertamente que los premios que se otorgan en la categoría están «comprados» .
La mecha de la polémica se ha encendido de forma inmediata y el máximo representante de la AHETA se ha visto obligado a dimitir de su cargo después de 26 años ejerciendo en la región más turística de la Lusitania continental.
Sus palabras fueron: «¿Quiere usted ser nominado como mejor destino? Pague 600 euros y verá que su nombre aparece en la lista . ¿Quiere ganar un premio? Entonces tiene que negociar el precio con ellos». Nada extraño, por tanto, que se haya liado una madeja de controversia que enturbia el primer motor económico del país vecino, ya de por sí lastrado en el contexto actual del coronavirus.
Sus confesiones no cesan de provocar ampollas, especialmente porque vienen de una voz autorizada y que conoce muy bien los entresijos de la materia. Además, habla de un paquete ‘todo en uno’, que se refiere a la práctica habitual (según parece) de dejar todo resuelto con antelación.
Las acusaciones se producen después de que Portugal (como país o en los apartados dedicados a ciudades o rincones) haya copado numerosos de estos galardones en los últimos años . Por ejemplo, recientemente se concedió el Best European Travel Destination y la ganadora fue la ciudad de Braga, pese a que no hay constancia documental de que este sea uno de los posibles ‘fraudes’ en cuestión.
«¿Cómo es posible que un hotel en el Algarve haya sido considerado el mejor de Europa durante seis años? Solo puede creer eso quien desconoce el viejo continente», apunta Elidérico Viegas.
Distinciones sin relevancia internacional
En paralelo a este torrente verbal que no deja títere con cabeza, el presidente de los hosteleros admite que, para colmo, estas distinciones no tienen ninguna relevancia internacional y que únicamente se les concede importancia en el ámbito luso.
« Solo los portugueses nos enteramos de esos premios , el resto del mundo no lo sabe. Los conceden entidades privadas que se rigen por cánones económicos, de rentabilidad, y nosotros pagamos lo que sea necesario para quedar en un buen lugar», prosiguió Viegas.
Sin embargo, otros empresarios dicen que los galardones han tenido su influencia en la avalancha de turistas observada en ciudades como Lisboa. De hecho, el ‘boom’ resultaba palpable sólo con un paseo por la Baixa, la única parte llana de la capital.
Además, no dejaban de abrir sus puertas más y más hoteles , tal cual atestiguaba la media de 30 por año. La cantidad de hoteles en funcionamiento supera ya con creces los 200, albergues y hostales aparte.
El aeropuerto de Portela, con una fácil conexión en Metro, ha batido sucesivamente sus récords de viajeros porque Lisboa se puso de moda y los lugareños se lanzaron a colocar en internet decenas de casas disponibles para estancias cortas, las más demandadas. Y numerosos edificios destartalados se venían renovando a golpe de lavado de cara urbanístico, toda una fuente de ingresos para las arcas municipales a través de la concesión de licencias.
El destacado papel que juega el turismo en la vida económica lusa se refleja en el hecho de que Portugal se afanó en adelantarse a los países de su entorno para convertirse en el primer lugar de Unión Europea donde fue posible ir a la playa tras el primer y severo confinamiento. Sí, porque fue el 10 de mayo del año pasado cuando se abrió el enorme arenal de Porto Santo, situado en la isla del mismo nombre frente a la de Madeira, denominación con la que también se conoce a todo el archipiélago. Eso sí: nada de restaurantes ni de vestuarios.
Noticias relacionadas