La epidemia destapa la brecha digital y pone contra las cuerdas a un millón de alumnos
España es el segundo país de Europa con la banda ancha más cara
Coronavirus en directo | Últimas noticias y datos del virus

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha admitido que es muy probable que el próximo curso los alumnos no puedan volver todos a las aulas por la crisis del Covid-19. La educación online vuelve a plantearse como la herramienta más segura para proteger a ... los estudiantes de un posible rebrote del virus. Sin embargo, entre un 10 y un 12 por ciento del alumnado —es decir entre 800.000 y un millón de estudiantes— no están en condiciones de participar en un aprendizaje virtual, según admitió el propio Ministerio. Un informe del Alto Comisionado del Gobierno para la Lucha Contra la Pobreza Infantil alertaba también el pasado mes de marzo sobre el hándicap que puede suponer la enseñanza online para un buen número de alumnos.
Según este informe, uno de cada diez hogares (300.000 niños) en el tramo de renta más baja (900 euros mensuales o menos) no tienen acceso a internet. Pero esta no es la única dificultad. Mucha familias en una situación menos precaria, tampoco pueden permitirse una conexión de banda ancha. Su única manera de acceder a la Red es través del móvil. En estas circunstancias hay 235.000 hogares en España (uno de cada cinco en el tramo más bajo de ingresos).
Después de Irlanda
Esta carencia no obedece solo a la precariedad económica de las familias, sino también al alto coste de la oferta del servicio . Según el Índice de Economía y Sociedad Digital (Desi) de la Comisión Europea, España es el segundo país de Europa, por detrás de Irlanda, con un acceso a internet de banda ancha más caro. Según el estudio del Alto Comisionado, los hogares más vulnerables necesitan dedicar el 6% de su renta mediana mensual para poder pagar el recibo de la banda ancha, mientras que para los hogares con ingresos más altos supone apenas el 1,5%, es decir, cuatro veces menos.
La tercera pata de esta brecha digital es la equipación de los hogares. Según los datos de Pisa 2018 y de la última Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares (INE), uno de cada cinco niños (23%) que viven en familias con las rentas más bajas no tiene acceso a un ordenador en su casa para hacer los deberes y uno de cada dos (48%) no tiene una tableta. El estudio del alto Comisionado cifra concretamente en 500.000 los menores que no cuentan con un ordenador.
«Tenemos muchos chavales con un retraso importante. Sin un apoyo especial van a llegar muy tocados al próximo curso escolar»
«Todavía es pronto para saberlo pero la brecha digital en esta crisis sanitaria puede tener un impacto negativo en el abandono escolar. Tenemos muchos alumnos en situación de vulnerabilidad que ya venían con un retraso importante y la falta de dispositivos en sus hogares ha supuesto una barrera más. Sin un apoyo especial estos menores van a llegar muy tocados al próximo curso escolar», asegura Teresa Rodríguez Hervás, presidenta de la Fundación Balia, una institución que apoya a más de 2.700 niños vulnerables en los barrios más deprimidos de Madrid, Sevilla y Guadalajara.
El informe de Pisa 2018 revela que las diferencias entre los hogares conrentas más altas o más bajas son mínimas en cuanto a la disponibilidad de televisor y móvil. Sin embargo, esta brecha se ensancha mucho más cuando se tienen en cuenta los dispositivos más adecuados para el estudio, como son los ordenadores o las tabletas. «En este caso las diferencias entre los hogares más y menos aventajados es grande», denuncia el Alto Comisionado.
Iniciativa pionera de AEF
Desde el inicio del confinamiento a mediados de marzo, las organizaciones no gubernamentales advirtieron de que un porcentaje muy alto de los los niños que atendían tenían dificultades para continuar con sus estudios desde casa.
Ante esta situación de emergencia, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) consiguió articular un proyecto sin precedentes con el apoyo de Indra para entregar más de 7.000 tabletas a más de 28 fundaciones de todas las comunidadse autónomas que conocían de primera mano las necesidades de sus beneficiarios.
«Las fundaciones estaban en el terreno y sabían dónde estaba el problema. Para ellas la brecha digital era evidente. Todos estábamos muy contentos porque el país seguía funcionando pese al confinamiento, pero había entre un 10 y un 15% de niños que se habían quedado desconectados de sus colegios y los profesores no sabían nada de ellos», explica el presidente de la AEF, Javier Nadal.
«Lo más preocupante es que los formadores sean capaces de adaptar los contenidos pensando desde lo digital. Si no hacemos esto, en octubre estaremos igual»
Además de las tabletas, las tres principales operadoras de España —Orange, Telefónica y Vodafone— facilitaron 3.000 tarjetas SIM para aquellos estudiantes sin conectividad Wifi . Para Nadal se trata de una primera iniciativa de emergencia. «El reto ahora es poder hacer un mapa para conocer mejor dónde están los problemas de conectividad en nuestro país y poder corregir la brecha digital», asegura.
Pero no es el único desafío. Para el director de la Fundación Exit, Nacho Sequeira, la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que la brecha digital en España es «triple». «No hablamos solo de disponibilidad de dispositivos o de conexión a internet sino también de cultura digital. Lo más preocupante a medio y largo plazo es acelerar la cultura digital para que los formadores sean capaces de adaptar los contenidos pensando desde lo digital. Si no hacemos esto, en octubre volveremos a estar igual. Solo habremos apagado el fuego sin resolver el problema de fondo», asegura.
Por eso, Sequeiro insiste en la importancia de una visión estratégica «porque después de esta pandemia la educación ya no volverá a ser igual». «No podemos seguir pensando en soltar a los alumnos nuestro rollo a través del ordenador como lo hubiéramos hecho en el aula. Hay que poner todo el esfuerzo en poder adaptar los contenidos para que los alumnos, sobre todo, los jóvenes, puedan recibirlos en el móvil», insiste el director de la Fundación Exit, quien recuerda que «pertenezcan o no a una familia vulnerable, el 95% de los jóvenes tiene un móvil».
Sequeiro recuerda que ya existen muchas aplicaciones en el móvil para aprender idiomas o Matemáticas. «Debemos ser exigentes y poco autocomplacientes y pensar desde lo digital». Es es el verdadero reto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete