Epidemia de asesinatos a indígenas en Colombia y Brasil

Grupos armados ilegales vinculados al narcotráfico y madereros ilegales están detrás de los ataques

Una mujer llora durante el funeral de los 5 miembrros de la guardia indígena en Tacueyó (Colombia) EFE

ABC

El indígena colombiano Jesús Mestizo fue asesinado este domingo por desconocidos en una zona rural de Toribío (Colombia), en el convulso departamento del Cauca, el séptimo homicidio de un nativo registrado en menos de una semana en esa región, informaron este domingo representantes de esa comunidad.

«La situación en el Cauca se recrudece: Autoridades del (Consejo Regional Indígena del Cauca) CRIC confirman el asesinato del comunero Jesús Mestizo hace pocas horas en Toribío», afirmó en su cuenta de Twitter la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

La víctima fue asesinada cuando desconocidos lo esperaban cerca de su casa y le dispararon varias veces ocasionándole la muerte de forma inmediata, informa Efe. Al asesinato de Mestizo se suma un atentado contra el coordinador de la guardia indígena del caserío de Tacueyó (Toribío), Arbey Noscue, cuando éste se encontraba en su casa y del cual logró huir.

El Cauca pasa por una espiral de violencia debido a la presencia de grupos armados ilegales que se han ensañado contra las comunidades indígenas con el objetivo de controlar el territorio para el narcotráfico .

En solo esta semana siete nativos han sido asesinados, cinco de ellos el pasado martes, cuando disidentes de las FARC dispararon a la autoridad neehwe'sx Cristina Bautista y a los guardias Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto.

Crímenes que «desarmonizan el territorio y el proceso comunitario»

De igual forma, este domingo fue asesinado en Toribío Alexander Vitonas Casamachin, de 18 años, crímenes que en opinión del senador Feliciano Valencia «desarmonizan el territorio y el proceso comunitario».

Además de los indígenas, las autoridades encontraron este jueves cuatro cadáveres en el caserío de Santa Helena, en el municipio de Corinto, de un equipo que hacía trabajos de topografía, y otro más en Huasanó, en la localidad de Caloto. La Unidad Nacional de Protección (UNP) denunció ayer que el escolta Fabián Eduardo Rivera fue asesinado aparentemente por disidentes que lo secuestraron en el municipio de Suárez (Cauca).

Estos múltiples crímenes fueron condenados por la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en un mensaje en su cuenta de Twitter. «Condenamos hechos violentos ocurridos en los últimos 2 días en norte del Cauca: el atentado contra Norbey Noscue, coordinador de guardia indígena de Tacueyo; y los homocidios de Fabián Rivera, Jesús Mestizo y Alex Vitonas Casamachin», afirmó.

Ante este panorama, el presidente de Colombia, Iván Duque, hizo un llamamiento a los colombianos para que se unan con el objetivo de enfrentar el narcotráfico y ordenó el envío a ese departamento de 2.500 soldados para contrarrestar la crisis.

Enfrentamiento con madereros

En Brasil, el pasado sábado, un guardián indígena de una reserva del estado amazónico de Maranhao (nordeste de Brasil) resultó muerto y un cacique indígena «gravemente herido» en un enfrentamiento con madereros ocurrido anoche, informaron hoy fuentes oficiales.

La secretaría de Derechos Humanos de Maranhao informó de que el ataque se produjo en la reserva Araribóia, en el municipio de Bom Jesus das Selvas, donde viven tres pueblos indígenas: Awá Guajá, Guajajara y algunos Awá no contactados.

Paulo Paulino Guajajara, miembro de un grupo autodenominado como «guardianes del bosque», encargados de fiscalizar, cuidar y proteger la Amazonía por cuenta propia, fue asesinado durante el violento choque con los madereros. Asimismo, el líder indígena Laércio Souza Silva está «gravemente herido» y «un maderero sigue desaparecido», de acuerdo con la secretaría regional.

Las reservas indígenas de ese estado sufren desde hace varios años ataques por parte de compradores ilegales de tierra y madereros

Las reservas indígenas de ese estado, uno de los nueve que componen la Amazonía brasileña, sufre desde hace varios años ataques por parte de compradores ilegales de tierra y madereros, según han denunciado organizaciones de derechos humanos.

En este sentido, Greenpeace Brasil afirmó en un comunicado que «las tierras indígenas de Maranhao han sido el escenario de una lucha asimétrica, donde pequeños grupos de guardianes optan por defender , muchas veces con su propia vida, la integridad de sus territorios».

Según un informe reciente del Consejo Indigenista Misionero (Cimi), un organismo vinculado a la Iglesia católica, las invasiones de tierras indígenas en Brasil subieron un 44 % en los nueve primeros meses de este año, que coinciden con el tiempo que lleva en el poder el presidente brasileño, Jair Bolsonaro , y ya superan a las registradas en todo 2018.

La organización culpó de ese aumento a la retórica antiecologista de Bolsonaro, que ha prometido detener la demarcación de tierras indígenas y es favorable a la explotación de la Amazonía, y a la liberalización de la actividad minera en esos territorios, que ya comenzó con su antecesor en el cargo, Michel Temer (2016-2018).

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