Envolver a un bebé puede aumentar el riesgo de muerte súbita
Los recién nacidos que duermen boca abajo o inmovilizados con mantas son dos veces más propensos a sufrir SMSL
Envolver a un recién nacido en una manta, de manera que solo la cabeza quede descubierta, podría tener consecuencias muy negativas. Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría, este hábito aumenta el riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) , un mal que afecta a los bebés de menos de un año y cuyas causas siguen sin conocerse.
En concreto, de los más de 2.500 casos de defunción en recién nacidos estudiados por los científicos estadounidenses, tres de cada diez ocurrieron de forma súbita. El informe revela que aquellos que habían dormido boca a bajo o envueltos con sábanas o mantas sin poder mover las extremidades eran dos veces más propensos a morir por SMSL.
La razón de estos fallecimientos repentinos se debe, según la academia de pediatría norteamericana, a que el hecho de envolver a los recién nacidos «puede disminuir su habilidad para despertarse ». Cada vez más padres acostumbran a inmovilizar a sus hijos a la hora de acostarlos para que se mantengan calientes y no se despierten tan fácilmente. Sin embargo, existe el riesgo de se acaloren demasiado o tengan dificultades a la hora de respirar.
Otro de los problemas generados por tapar de manera incorrecta a los bebés es que, a la larga, pueden desarrollar problemas en los huesos de la zona media del cuerpo. Apretar sus piernas con una manta puede provocar la dislocación de la parte superior del fémur, que no se introduciría con normalidad en el zócalo de la cadera.
Pese a todo, la encargada principal de la investigación, Anna S. Pease , ha pedido «precaución» a la hora de interpretar los resultados debido al poco conocimiento que existe a día de hoy en torno al SMSL. La doctora de la Universidad de Bristol ha señalado que los estudios actuales son demasiado heterogéneos , lo cual dificulta mantener el control en este tipo de situaciones.
Cuidarlos con «sentido común»
La coordinadora del Comité de Muerte Súbita de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Isabel Izquierdo , admite sentirse «alucinada» ante las prácticas de algunos padres a la hora de tapar a sus hijos: «Hay que tener sentido común –afirma–. No se les puede tener como si fueran un gusano de seda en su caparazón. El bebé tiene que poder moverse para no asfixiarse, que es la principal causa de muerte súbita».
Para Izquierdo, lo mejor para el bienestar de los menores de un año es utilizar el chupete y pijamas de una pieza que les permitan tener los brazos sueltos. «Algunas mantas llegan a tapar hasta la nariz, y eso hace que se acaloren y aumente el riesgo de ahogamiento», afirma.
Además de no arropar en exceso a los recién nacidos, las campañas de prevención aconsejan mantenerlos en ambientes frescos y libres de humo. De la misma forma, recomiendan a los progenitores que los dejen dormir solos en su cuna : «Una persona que se vaya a la cama con un bebé pequeño y haya tomado alguna sustancia para quedarse dormida puede aplastarlo sin querer y este no podría hacer nada», asegura la pediatra española.
Las medidas de seguridad a la hora de tratar con niños en edad de lactancia han reducido en un 75% el número de muertes súbitas en la última década. Sin embargo, todavía existen muchas costumbres que perjudican la salud de los pequeños.«Es necesaria una mayor concienciación de los padres –señala Izquierdo–. ¿Cómo se sentirían ellos si estuvieran comprimidos, sin poder moverse, en una manta que les tapa hasta la cabeza?».