Una enfermera sustituye vacunas por una solución salina en Alemania

Una cosa es que te vacunen primero con AstraZeneca y después te apliquen la segunda dosis de otra marca , lo que conlleva ya cierto nivel de enjuague, y otra lo que ha hecho una enfermera alemana, que para evitar que se descubriese un pequeño accidente rellenó envases de vacuna con un suero de solución salina, inocuo pero que no inmuniza. Las alrededor de 200 personas que pasaron durante esa jornada por el centro sanitario en cuestión deberán someterse ahora a pruebas de anticuerpos, que serán efectuadas el 5 de mayo, para averiguar cuáles de ellas fueron correctamente vacunadas y cuáles son las que recibieron un inesperado placebo.

Al extraer el material de los armarios de almacenaje, la enfermera dejó caer accidentalmente una ampolla con seis dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech el miércoles de la semana pasada. Para intentar ocultar su error, rellenó seis jeringuillas con la solución salina, fingiendo que había extraído el contenido del envase habitual. El centro de vacunación en el distrito de Frisia, Baja Sajonia, ha informado posteriormente a la policía que la enfermera «dijo que el motivo de su acción había sido evitar tener que informar, como marca el protocolo, que se le había caído». Según han confirmado las autoridades locales, la enfermera, de 40 años de edad, ha presentado ya su dimisión después de que le fuera solicitada por la dirección del centro, que depende de la Cruz Roja Alemana. El caso salió a la luz el pasado fin de semana, tras la confesión de la propia enfermera a un colega que, posteriormente y ante la gravedad de los hechos, decidió informar a las autoridades aunque había prometido no decir nada.

«Este caso es profundamente impactante y mi máxima prioridad ahora es contactar a los ciudadanos afectados y evitar que un incidente así vuelva a ocurrir», ha declarado el gobernador del distrito Sven Ambrosy. Como la mujer actuó sola, Ambrosy ha declarado que, desde el momento en el que se conoció el caso, se ha procedido a asignar a dos personas en todo momento al proceso de manipulación e inoculación de las dosis, de manera que no se quede nunca una persona a solas con las vacunas.