Una enferma de cáncer, abocada a vivir de la beneficencia por culpa de su inquilina

Natalia Kim lleva varios años luchando para que expulsen de su casa a la mujer a la que alquiló el domicilio

La periodista Natalia Kim Facebook

EFE

La periodista Natalia Kim sufre cáncer con metástasis y actualmente se encuentra sin apenas recursos económicos. No puede volver a su piso ya que el juez ha decidido prorrogar un mes más el desahucio de su actual inquilina, la cual lleva sin pagar el alquiler del piso más de un año.

En 2012 la periodista decidió alquilar su piso a la hija de unos vecinos suyos, Kim tuvo que regresar a Suecia, su país de origen, para cuidar de su padre enfermo, pero al comprobar el impago de su inquilina durante varios meses seguidos decidió regresar a España, Cataluña en concreto, para denunciar el hecho ante un juez, para ello contrató una abogada y un procurador para lograr expulsar a la inquilina y recuperar su propiedad.

Estando en España, la periodista ingresó de urgencia en el hospital de la Esperanza (Barcelona) tras ser diagnosticada de cáncer . Los Servicios Sociales del hospital hicieron todo lo posible ante la Generalitat para que la propietaria recuperase su vivienda. Sin embargo, no atendieron su petición, por lo que los Servicios Sociales intentaron ingresar Kim en un geriátrico primero y más tarde en una residencia de mujeres maltratadas . En ambos sitios no le permitieron internarla, puesto que no era lo suficientemente mayor ni había ningún maltratado. Finalmente la periodista consiguió vivir gratis junto con un amigo suyo e su piso.

Varios meses más tarde, la Generalitat pagó la deuda que la inquilina tenía con Kim y desde ese momento no volvió a pagar nada, esto ocurrió en marzo de 2015 . «Llevaba más de dos meses esperando a que llegase el día de ayer y, el viernes pasado, le comunican a mi abogada que no se llevará a cabo el desahucio porque la chica ha pedido un mes más y el juzgado se lo ha concedido», ha explicado Kim, quien actualmente vive con una amiga pagando un alquiler mínimo y recibe comida del Ayuntamiento tres veces a la semana.

Kim intentó en vano hablar con los padres de su inquilina, quien la amenazaron en plena calle. Desde ese momento no se ha atrevido a volver a dirigirse a ellos. « Mi caso no es excepcional -aunque ella elude que padece un cáncer con metástasis en la columna -, y eso es lo que me indigna», ha denunciado Kim.

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