La empresa cárnica de Alemania pagará los daños ocasionados por el rebrote de coronavirus

El ministro alemán de Trabajo, Hubertus Heil, comunicó ayer a la empresa cárnica Tönnies, en cuyo matadero de Gütersloh, con unos 7.000 empleados, han dado positivo 1.130 casos, que deberá responder por los daños ocasionados por el rebrote . La investigación epidemiológica ha determinado que las condiciones laborales no cumplían con los requisitos de distancia e higiene y que la ausencia de controles y rastreo de contactos de los trabajadores, muchos de los cuales habían viajado la semana anterior a sus países (Polonia, Rumanía y Hungría), han sido determinantes en la aparición del foco de contagio.

«Deberá verificarse en qué medida la compañía tiene responsabilidad civil», dijo, «después de todo, la administración regional ha incurrido en costes significativos y extraordinarios como resultado del brote. Se trata sin duda de una decisión ejemplar , para que las empresas queden advertidas de que la libertad para mantener la actividad va ligada a la responsabilidad de garantizar las condiciones necesarias para ella. Tönnies tendrá que pagar gastos médicos, desplazamiento militar para acelerar los test y las demandas que presenten particulares que hayan debido cerrar sus negocios alrededor de la planta. «Ahora estamos haciendo redadas clave por parte de las autoridades de seguridad aduanera. También tenemos que asegurarnos de que básicamente algo cambie en el sistema. Las numerosas subcontratas y la explotación de personas deben terminar», explicó el ministro.

El CEO de la empesa, Clemens Tönnies, se disculpó públicamente el sábado y reconoció que el grupo es «totalmente responsable». Afortunadamente, ninguno de los infectados se encuentra enfermo de gravedad. El presidente regional de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, descarta de momento decretar el confinamiento en la localidad de Gütersloh por considerar que el brote está «localizado».

El ministro de Interior, Jens Saphn, ha tranquilizado a la población y ha informado que hay desplazados al matadero tres epidemiólogos experimentados del Instituto Robert Koch y un equipo adicional de dieciocho personas en la zona para rastrear cadenas de contacto. Las autoridades alemanas vigilan la evolución de los rebrotes y advierten que hay que contar con que, tras estos rebrotes esporádicos en verano, se produzca una segunda ola en otoño.