La emotiva sorpresa de unos padres: «Hoy es mi última quimio»

Se llama Josafat Mora Chacón, tiene 9 años, y acaba de ganarle la batalla al cáncer después de casi dos años lucha . Por este motivo, y como prueba de su resistencia y fortaleza a su corta edad, sus padres decidieron darle una emotiva sorpresa: escribieron en el coche «Hoy es mi última quimio», junto a un gran corazón cuando se encaminaban al H ospital Nacional de Niños de San José (Costa Rica), su país natal.

El mensaje, escrito por Jairo Barrantes y Ana Nancy en la parte delantera y trasera del vehículo le hizo esbozar una enorme sonrisa y provocó que numerosos conductores tocaran el claxon a su paso mientras el pequeño saludaba, feliz.

Esta familia se enteró de la enfermedad de su hijo al poco de caerse de la bicicleta. Se rompió una costilla pero un mes más tarde comenzó a tener fiebre. Le diagnosticaron infección de orina lo que ayudó al diagnóstico del cáncer al acelerar el proceso . No mejoraba y el médico supo que algo no iba bien al auscultarle y que ese malestar y la elevada temperatura obececían a otro motivo, informa el diario Los Andes.

Tras hacerles las pruebas pertinentes descubrieron que tenía un enorme tumor en el hígado de 22 centímetros de ancho por 12 de largo. Fue el 15 de agosto de 2018 y desde entonces fue sometido a un fuerte tratamiento: cada 72 horas le aplicaban sesiones de quimioterapia para reducir el tumor al máximo . Su padrastro, Jairo, que le considera como un hijo, pues están juntos desde que Josafat tenía 3 años, y su mujer, Ana Nancy se volcaron con él y dejaron a la hija menor de la pareja, de un año, al cuidado de una abuela.

Cuando Jairo se enteró de que el 20 de mayo iba a acabar el larguísimo proceso (un año y nueve meses después) y que el niño había vencido l e pidió permiso a su hermana , que le prestó el coche y le permitió pintar en él para que todo el mundo se enterara de lo sucedido. Los vecinos subieron a las redes sociales las imágenes que se han hecho virales.

Ahora todos respiran felices y dan gracias porque de no haberse caído de la bici el pequeño, a saber qué habría sucedido.