La emocionante sorpresa de Joan: conoce a su sexta bisnieta a través de la ventana de su casa en Inglaterra
«Espero poder abrazarla algún día», dijo la mujer, de 92 años al ver a la bebé que nació pocos días antes del confinamiento.
Se llama Joan Cartwright, tiene 92 años, vive en la ciudad inglesa de Leeds y debido a su avanzada edad, seis biznietos. Debido a la pandemia del coronavirus no había podido conocer a la última, Holly, que nació el pasado 13 de marzo, diez días antes de que se decretara el confinamiento en el Reino Unido.
Sin teléfono móvil y recluida en su casa desde hace siete semanas por temor a contagiarse, s olo había visto a la bebé en los fotografías que le había enviado por correo su nieto y padre de la pequeña, Will Cartwright, de 36 años, informa The Mirror. Al resto de la familia se las enviaron por internet.
Hace unos días, este y su Jen, su mujer, de 34 años, decidieron ir al barrio de Horsforth donde reside la abuela para darle una sorpresa. Joan se emocionó y extendía las manos desde la ventana en un intento de coger a la criatura desde el primer piso de su vivienda. «Ojalá pueda darle un abrazo muy pronto. Algún día», decía sin poder ocultar su alegría.
Su nieto y su mujer explicaron: «No sabemos si lo que hemos hecho está bien», en referencia a haberse desplazado hasta la casa de la abuela, pero no podían aguantar más las ganas de que Joan la conociera. Cuando llegaron a la puerta, la llamaron por teléfono y la anciana se a somó sus gritos de entusiasmo fueron mayúsculos.
Las fotos, sobre la chimenea
«La pobre lo está pasado fatal. Es muy activa y está sola. Hace años que enviudó y no tiene ni jardín ni patio . Vive en el primer piso. Lo único que puede hacer es asomarse a la ventana y ver la televisión. Lleva sin salir a la calle siete semanas », explicaba Will.
Holly es la segunda de sus hijas. La mayor se llama Noah y tiene dos años. Estaban preocupados por el coronavirus pero el parto fue muy bien. A Joan su hija Judith Waterworth le lleva la compra con frecuencia y habla con ella a través de la ventana. La anciana no ha perdido el buen humor y las ganas de vivir. A su nieto y a su mujer les dijo que colocó las fotos de la pequeña Holly en la repisa de la chimenea.
Noticias relacionadas
