EE.UU. relaja la regulación del gas metano

La EPA quiere eliminar la obligación que tienen las compañías para evitar fugas durante la extracción de gas natural

El metano es un componente del gas natural, que muchas veces se escapa por fugas durante la extracción AFP

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Pocos días después de Donald Trump se saltara una reunión sobre cambio climático en el encuentro del G7 en Biarritz, su Administración presentó ayer jueves una propuesta para relajar la regulación del gas metano , uno de los principales contribuyentes al fenómeno medioambiental.

La normativa propuesta por la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. (EPA, en sus siglas en inglés) buscará eliminar los requerimientos que de forma nacional se exige a las compañías de gas natural y petróleo para que instalen tecnología que inspeccione y evite las fugas de metano de pozos, oleoductos, tuberías y centros de almacenaje.

La obligación para las compañías de instalar estos sistemas proviene de la anterior Administración, la de Barack Obama. En sus casi tres años en la Casa Blanca , Trump ha dado la vuelta a buena parte de la regulación medioambiental de su predecesor sobre emisiones en las industrias del petróleo, el gas natural y el carbón.

El metano es un componente del gas natural que muchas ve ces se escapa por fugas o emisiones voluntarias en las operaciones de extracción y distribución del producto. El metano es en la actualidad responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE.UU. Su presencia es mucho menor que el dióxido de carbono y permanece en la atmósfera menos tiempo, pero tiene más fuerza. La industria del gas y el petróleo son responsables de un tercio de las emisiones totales de metano en EE.UU.

La propuesta de la EPA hará que el metano se regule solo indirectamente, dentro de un grupo de componentes orgánicos volátiles que la agencia medioambiental seguirá regulando.

La decisión de la Administración Trump se produce a pesar de la oposición de parte de la industria energética. Compañías como Exxon, Shell o BP se han opuesto a la desregulación propuesta por la EPA. Aunque son gigantes petroleros, solo extraen el 11% del gas natural que se produce en EE.UU. Estas grandes compañías apuestan por una fuerte regulación del gas natural para que no pierda la percepción de ser una fuente de energía más limpia que el petróleo o el carbón.

Otras empresas, de menor tamaño, se habían quejado de los costes que supone cumplir con los requisitos de inspección y control de las fugas. Según los datos oficiales, el ahorro anual de la nueva normativa será solo de entre 17 y 19 millones de dólares al año.

La propuesta pasará por un proceso de revisión y comentario público de dos meses y podría ser aprobada a comienzos del año que viene.

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