Las duras historias que los refugiados rohingyas han relatado al Papa Francisco
Una niña refugiada rohingya perdió padres, hermanos y tíos en un día
Cada uno de los dieciséis refugiados rohingya que este viernes hablaron con el Papa en Dacca tiene detrás una historia de sufrimiento y de dolor difícil de imaginar . Eran catorce hombres, dos mujeres y dos niñas, que llevan marcas para toda la vida. Varios se desahogaron con Francisco.
Mohamed Ayub, de 32 años, no se ha recuperado de un golpe durísimo: los militares birmanos asesinaron a su hijo de tres años , un crimen sin sentido como tantos otros ordenados por el comandante del ejército y dictador de hecho de Birmania.
Shawat Ara, de nueve años, ha sufrido el asesinato de sus padres, de dos hermanos y dos tíos . Ahora la cuida, en el campamento de refugiados de Cox’s Bazar otro tío, Jafar Alam, que la acompañaba en el saludo al Papa y enseñó a francisco el codo dañado por una bala del ejército birmano.
La matanza de buena parte de la familia tuvo lugar el pasado 28 de agosto cuando, según Jafar, «el ejército capturó nuestra zona y la gente se escapó buscando refugio». Los padres, hermanos y tíos de Shawat fueron asesinados ese día.
La otra niña del grupo de refugiados rohingya que fueron recibidos por el Papa tiene cinco años, pero su escasa altura y el rostro desnutrido hacen que aparente mucho menos.
Aunque la mayoría de los que vinieron a ver al Papa eran adultos, la mitad de los 600.000 refugiados que han escapado de Birmania a Bangladés desde el pasado mes de agosto son niños.
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