El destino de la ceniza: el mar, las carreteras y la construcción
El Cabildo de La Palma habilitó contenedores para que los vecinos depositen los residuos que recogen
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El Cumbre Vieja no solo ha cambiado la morfología de la isla de La Palma, sino que ha traído otras consecuencias como la ‘lluvia’ de ceniza. Por el momento, las hectáreas cubiertas ascienden a 1.507, mientras que no cesan las labores de limpieza con el fin de despejar las vías. Ya no son solo las autoridades las encargadas de esta tarea, desde el pasado sábado los vecinos pueden recoger la ceniza de los alrededores de sus viviendas y depositarlas en unas bandejas o cajas-contenedor que ha instalado el Cabildo de La Palma en puntos estratégicos de los pueblos de Los Llanos de Aridane y El Paso. Conscientes de los riesgos, los ayuntamientos piden a los vecinos extremar las precauciones. La consejera de Servicios Públicos y Cambio Climático del Cabildo de La Palma, Nieves Rosa Arroyo, confiesa a ABC estar «preocupadísima» porque hay gente que no cumple con las medidas de seguridad para recoger estos residuos. «Es necesario, además de mascarilla y gafas, utilizar guantes y ropa que cubra el cuerpo», destaca Arroyo.
José María Rivera, concejal de Residuos de los Llanos, recuerda que, en el caso de su municipio, los palmeros disponen de once contenedores en los que pueden verter las cenizas. De esta manera, los vecinos pueden acumularla en montículos utilizando una escoba y posteriormente introducir los residuos en bolsas para llevarlos a los contenedores.
Asimismo, Rivera recuerda que es «de vital importancia» seguir con las recomendaciones de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias. Entre las directrices se encuentran «evitar que la ceniza haga contacto con los alimentos» , aparte de «lavar bien frutas, verduras y legumbres». Por su parte, el concejal recomienda a los ciudadanos usar mascarilla, de tipo FFP2, y gafas que protejan frente a estas partículas. Tapar los recipientes de agua para evitar su contaminación o no limpiar con agua para evitar bloquear alcantarillado son otras de las indicaciones a seguir.
Otra de las preguntas que se hacen los habitantes de la ‘isla bonita’ es adónde irán a parar los camiones cargados con las bolsas de cenizas. El destino de los contenedores de las partículas será «un lugar habilitado para su acopio», reseña Rivera. Según explica la consejera, en este caso el Cabildo ha contratado a la empresa de explotación de canteras Aridos del Riachuelo para que recoja los residuos de Los Llanos de Aridane y El Paso «de manera gratuita» y se reutilicen después en materiales de construcción o asfalto. Además, los ayuntamientos más pequeños han contratado a otras empresas para que realicen la misma función. De momento no saben cuántas toneladas de ceniza son las que han recogido desde el sábado pasado que empezaron a poner los primeros contenedores.
Maquinaria especializada
Según indica Arroyo, la prioridad ahora mismo es recoger la ceniza de los tejados lisos que tengan unos 60 centímetros acumulados . «Los bomberos las recogen y las depositan en los contenedores habilitados», informa mientras que agradece también las labores de limpieza que los palmeros están realizando: «Todos los vecinos están colaborando».
En cuanto a las carreteras, se encarga de limpiarlas la Consejería de Infraestructuras del Cabildo insular de La Palma mediante quitanieves y demás maquinaria especializada que llega de los diferentes ayuntamientos de las islas que han querido brindar su ayuda.
Sin embargo, Íñigo Pérez-Baroja, profesor del Instituto Superior del Medio Ambiente y licenciado en Ciencias Químicas, no tiene tan claro que se vaya a poder hacer uso de tanta ceniza. «Realmente lo llamamos ceniza, pero no es igual que la de las chimeneas sino que son restos de roca volcánica fragmentada» , comenta. Esta ceniza, que se forma durante las explosiones volcánicas, suele estar caliente en las inmediaciones del volcán, pero se enfría cuando cae a mayor distancia. Las cenizas varían en apariencia, dependiendo del tipo de volcán y de la forma de erupción. Así, su color puede ir desde un tono gris claro hasta el negro, y pueden variar en tamaño: desde piedras grandes hasta ser tan finas como los polvos de talco.
Además, el profesor no tiene dudas en que algunos de estos residuos acabarán «inevitablemente» en el mar. «En algún momento el viento se llevará parte de ellos , pero no creo que sea contaminante si se tira al mar, al final es piedra», expone. En cuanto a su empleo como fertilizante, explica que «no se puede utilizar como abono en todos los suelos. La realidad es que las cenizas contienen nutrientes, pero les falta la materia orgánica», manifiesta Pérez-Baroja. De esta manera, describe que diez centímetros de ceniza sobre el terreno sí sería «beneficioso», mientras que con un metro «te cargas el suelo» .
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