La desesperada caza del falso «ricachón» que estafa verdaderas fortunas a hoteles de lujo en EE.UU.
Su última fechoría consistió en gastarse más de 2.000 dólares en comida y endosar la cuenta a un jugador de los Denver Nuggets

Noche de diversión en el hotel Ritz-Carlton , uno de los cinco estrellas más lujosos (y caros) de Nueva York . Después de horas de fiesta, un hombre misterioso con un marcado acento británico llega al restaurante y se dispone a cenar como un auténtico rey. Sin dudarlo, se dirige a la parte más cara del menú y elige un plato de pulpo a la parrilla, otro de cordero y una botella de vino. Como guinda, pide un chupito de 1.200 dólares de un licor que se guarda en una caja fuerte.
El total es de nada menos que 2.200 dólares. Todo es jolgorio hasta que llega la hora de abonar la cuenta. Y es que, es entonces cuando nuestro «ricachón» deja el número de una habitación que no es la suya (pertenece, para ser más concretos, a un jugador de baloncesto de los Denver Nuggets ) y logra escabullirse sin pagar.
Aunque lo que acabamos de narrar bien parece el argumento de una película de un sábado por la tarde, la escena es totalmente real y se sucedió hace apenas unas semanas en Estados Unidos . Y no solo eso, sino que su protagonista (un enigmático desconocido que permanece en busca y captura) se ha forjado una temible reputación en los hoteles de lujo de Nueva York a base de repetirla una y otra vez en los últimos meses.
Comienzos
Tal y como desvela en su página web el «Washington Post» , todo comenzó el pasado martes 13 de marzo . Aquel día, nuestro hombre misterioso arribó a la barra del bar del hotel Willard y, entre risas, aseguró que era su cumpleaños e, incluso, afirmó que estaba pensando en saltar la verja que rodea la Casa Blanca .
Desvaríos de borracho, debieron pensar los presentes, pues aquel «ricachón» llevaba ya unas cuantas bebidas entre pecho y espalda. Cuando le pasaron la minuta, de unos 68 dólares, dio un nombre falso, pidió que le pasasen los gastos a su habitación, y se esfumó.
Otro tanto hizo esa misma jornada en el restaurante Old Ebbitt Grill, donde intentó pagar 67 dólares con una tarjeta de crédito que no atesoraba ni un mísero dólar. Posteriormente, los responsables del establecimiento coincidieron en describirle como un sujeto relativamente amable y «dispuesto en todo momento a invitar a bebidas al resto de los presentes».
¿Cazado?
Tras la interposición de una denuncia por parte de ambos establecimientos, nuestro misterioso personaje acudió al Ritz-Carlton y se gastó los ya mencionados 2.200 dólares. Por suerte, logró ser detenido cuando huía. El falso «ricachón» fue identificado como Nicholas James Cooper , de 21 años. Y no solo eso, sino que descubrieron que ya había sido detenido en otras dos ocasiones acusado del mismo delito.
Con todo, de poco sirvió su captura, pues Cooper consiguió que las autoridades le pusieran en libertad a la espera de comparecer ante el juez el próximo 12 de abril .
La historia de este peculiar Robin Hood parecía haber caído en el olvido. Sin embargo, el pasado lunes este misterioso sujeto volvió a hacer de las suyas cuando se gastó 500 dólares en el hotel Hay-Adams. Una vez más, en la factura puso el número de una habitación vacía y huyó del lugar. En este caso, sin embargo, logró escapar de los agentes. Aunque, a día de hoy, las autoridades no pueden asegurar que sea Cooper, todo parece indicar que sí.
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