Descubren a un violador infantil dos años después del delito gracias al ADN de la mascarilla anti-coronavirus
Fue llamado a la sede policial con una burda excusa. Tras cotejar sus restos biológicos con los recabados tras el abuso, fue detenido en California
El coronavirus ha permitido detener a un pederasta que violó y abusó de una menor hace dos años en California. Se trata de Leonardo Ramírez, de 28 años. En el lugar de los hechos, cometidos en febrero de 2018 se hallaron restos de ADN del presunto autor, pero no se sabía de quién se trataba, por lo que el caso quedó sin esclarecer.
Noticias relacionadas
Sin embargo, nuevas pesquisas realizadas por el departamento policial de la ciudad de King City condujeron recientemente al sospechoso. Entonces, los agentes decidieron llamarle para que acudiera a la sede policial. La excusa fue trivial para que se confiara, y totalmente ajena al caso.
Publicada por King City Police Department en Martes, 2 de junio de 2020
Ramírez acudió y los agentes le ofrecieron una mascarilla nueva como medida de precaución ante la pandemia de Covid-19. Él la cogió y se la puso, tirando a la papelera la suya. Cayó en la trampa tendida . Después, tras responder a varias cuestiones ajenas al caso se marcho tranquilo, informa la cadena FOX5
Cuando en el laboratorio los agentes extrajeron el ADN de la mascarilla y lo cotejaron con el recogdo tras la agresión sexual, comprobaron que coincidía al cien por cien. Por ello, procedieron a su detención el 31 de mayo . El delicuente ha ingresado e n la prisión del c ondado de Monterrey acusado de los delitos de violación y abuso sexual de menores, ha indicado en un comunicado el Departamento de Policía.
El capitán del Cuerpo de la ciudad de King City, Keith Boyd, ha recalcado que gracias al Covid-19 « hemos podido resolver este delito al tener acceso a una muestra y una máscara» .
En este sentido, cabe recoerdar que la policía estadounidense no puede efectuar registros sin una orden judicial previa ya que lo contrario se c onsidera inconstitucional, tal y como establece la cuarta enmienda. Sin embargo, en 1988 la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que los artículos desechados no gozan del derecho de privacidad protegido constitucionalmente.