El «desastroso» uso de los plásticos en la agricultura amenaza la salud de las personas
La FAO pide soluciones urgentes tras estimar que el suelo de cultivo tiene más microplásticos que el océano
El uso de los plásticos en la agricultura ha permitido aumentar la producción alimentaria y reducir el uso de riego, de pesticidas y las plagas. Pero su uso «desastroso» , dice la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), está contaminando los suelos agrícolas y amenaza la seguridad alimentaria, la salud de las personas y la del medio ambiente. Es el momento, aseguró este martes en un nuevo informe, de buscar soluciones de forma urgente.
El organismo estima que las cadenas de producción alimentaria utilizan cada año 12,5 millones de toneladas de productos plásticos, casi la mitad en Asia. Otros 37,3 millones de toneladas se utilizan en el envasado de alimentos. Sin embargo, la mayoría, casi el 80% hasta 2015, no se recicla y acaba abandonado en el medio ambiente, incinerado o en vertederos. Eso significa que, según avanza su degradación, acaban convertidos en microplásticos que se dispersan por el planeta.
«A pesar de los muchos beneficios, los plásticos agrícolas también presentan un grave riesgo de contaminación y daño para la salud humana y del ecosistema cuando son dañados, degradados o descartados en el medio ambiente», dice el texto.
Aunque reconocen que aún falta más investigación, los expertos de la FAO creen que los suelos agrícolas contienen más microplásticos que el océano, con el riesgo, ya real, de ser incorporados a la cadena alimentaria. Algunos estudios científicos han encontrado rastros de estas partículas en las heces humanas y en placentas. Y aún siguen en estudio los efectos a nivel celular que su acumulación pueda tener sobre la salud.
«Este informe es una fuerte llamada a una acción coordinada y decisiva para facilitar las buenas prácticas de gestión y frenar el uso desastroso de plásticos en los sectores agrícolas», dice la directora general adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo, en el informe.
Sin alternativas
El problema es que este tipo de plásticos, la mayoría de un solo uso y con una duración de un año, no se puede reciclar . No solo por su mala calidad, sino porque normalmente acaban impregnados con pesticidas y otras sustancias químicas que impiden su reutilización. Tampoco hay datos fiables de qué ocurre con ellos cuando termina su vida útil.
La FAO reconoce que la falta de alternativas viables hace que sea «imposible» prohibir los plásticos . Por eso pide implantar medidas para evitar su uso siempre que sea posible, utilizar los plásticos menos contaminantes e intentar implantar medidas para reciclar y reutilizar la materia siempre que sea posible. También apunta a incentivos fiscales que promuevan cambios en la industria y en el consumo, así como potenciar investigaciones sobre la contaminación en los suelos y el agua dulce.
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