Desalojan un bar en Santander con más de cien personas y sancionan a su dueño que ha pedido perdón

«Se me fue de las manos y no pude controlar a los clientes que entraron en tromba para no mojarse», afirma

Momento del desalojo Diario Montañés

ABC

El bar «La Frontera», situado en el barrio de Cueto, de Santander, tuvo que ser desalojado ayer, con más de cien personas en su interior - entre la zona de barra y la terraza -, lo que incumplía los criterios de la fase 1 de desescalada, por lo que su propietario ha sido sancionado.

Según fuentes de la Policía Local de Santande r, a las 20.30 horas este cuerpo recibió numerosas llamadas de vecinos de la zona por la presencia de «gran cantidad» de gente dentro y fuera del local, un establecimiento hostelero que dispone en su interior de una barra y pocas mesas altas , pero cuenta con una gran terraza exterior, así como otra más pequeña en la entrada .

Los agentes de la Policía Local que acudieron al lugar estimaron que entre el exterior y el interior - donde se había concentrado «mucha gente» porque comenzaba a llover -, estaban dentro del establecimiento «más de cien personas».

La presencia de clientes en las barras de los bares está aún prohibida en la fase 1 de la desescalada para evitar contagios por coronavirus, así como que las terrazas solo abran al 50 por ciento de su capacida d, criterios que incumplía «totalmente» el local.

Por ese motivo, la Policía interpuso al propietario del bar «varias sanciones», que han sido remitidas a la Delegación del Gobierno en Cantabria para que continúe con las diligencias. Sin embargo, se desconoce el contenido de esas sanciones ni lo que podrían suponer para el propietario de este establecimiento.

El responsable del local ha pedido perdón y ha explicado que por la mañana todo fue bien con los clientes que guardaron la distancia de seguridad y ocuparon las 20 mesas que tiene instaladas (la mitad) pero que por la tarde, sobre las ocho, todo se «transformó». «Comenzó a desmadrarse y se volvió incontrolable en cuestión de cinco minuto s, cuando se puso a llover y la gente de fuera no quería mojarse. Entonces todo se me fue de las manos», ha declarado al Diario Montañés.

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