El desafío logístico del transporte de la vacuna de Pfizer desde Bélgica al Reino Unido

Las primeras 800.000 dosis llegarán al país la próxima semana

Las primeras dosis llegarán a Reino Unido las próximas semanas REUTERS
Ivannia Salazar

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Las primeras 800.000 dosis de la vacuna de Pfizer-BioTech llegarán a Reino Unido la próxima semana, después de que Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) diera luz verde este miércoles para su uso , pero en total serán 40 millones de dosis las que emprenderán un viaje desde el centro de fabricación en Puurs, Bélgica, hasta Reino Unido, y de ahí, a los lugares donde se pondrá en marcha la que ha sido considerada por el director ejecutivo del NHS (el sistema nacional de salud), Simon Stevens, como «la campaña de vacunación a mayor escala en la historia de nuestro país». Fuentes del gobierno esperan que diez millones de dosis, suficientes para cinco millones de personas , lleguen antes de final de año, con el objetivo de vacunar a los primeros en la lista de prioridades, como el personal sanitario, las personas mayores de 80 años y los residentes en hogares de ancianos.

La necesidad de mantener la vacuna de Pfizer a una temperatura muy baja, entre -70 °C y -80 °C y a que su composición no permite que sea trasladada en múltiples ocasiones, supone un desafío logístico descomunal. Los especialistas del NHS consideran que si se mueve más de cuatro veces, corre el riesgo de volverse inestable e ineficaz. Para cuando llegue a los hospitales del Reino Unido, se habrá trasladado dos veces: de la planta de producción de Pfizer en Bélgica a los centros de almacenamiento británicos, y de esos centros a los hospitales . «Nos dijeron que esperáramos la vacuna el 7 de diciembre y planeamos comenzar a vacunar a nuestro personal toda esa semana. Sin embargo, es la vacuna Pfizer la que estamos recibiendo, por lo que no se puede volver a mover una vez que nos llega y tenemos que usarla dentro de cinco días, ya que esa es su vida útil», explicó a The Guardian un alto ejecutivo de un hospital, que agregó que «el plan original era usarla en los hogares de ancianos primero. Pero una vez que la vacuna nos llegue, no se puede usar en la comunidad, solo el personal del NHS podrá tenerla, al menos inicialmente».

Una de las empresas especializadas que transportarán los viales es va-Q-Tec, con sede en Alemania, que ya ha sido utilizada por Pfizer para trasladar la vacuna durante las pruebas. «Estamos muy orgullosos de ser ahora una parte sustancial de esta cadena de suministro de temperatura controlada , y nos enorgullece, pero también nos sentimos obligados a cumplir», declaró a ITV News el director ejecutivo de la empresa. Una vez en Reino Unido, será probablemente la compañía logística Movianto la que recibirá las dosis en varios almacenes clave ubicados en varias zonas del país, que ya están equipados con congeladores especiales. Desde aquí, las vacunas serán enviadas en un primer momento a los 50 hospitales que ya están listos para recibirlas, y después a otros centros que ya están en proceso de adquirir los congeladores necesarios.

Los datos de estabilidad muestran que la vacuna de Pfizer puede durar hasta cinco días, una vez descongelada, a un temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados , es decir, la que tiene un refrigerador normal. Así se conservarán en los 1500 centros de vacunación que se pondrán en marcha así como en farmacias y consultas médicas, siempre que se mantenga la idea de no moverla más de cuatro veces. Todo esto significa que su administración supondrá una verdadera carrera contra el tiempo para que su eficacia y seguridad estén garantizadas. De ahí que también las esperanzas estén puestas en la vacuna desarrollada por la universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca, que no necesita condiciones de frío extremo para conservarse y por tanto supone una logística menos compleja.

Una preocupación añadida al tema del transporte es la falta de acuerdo comercial post Brexit entre Reino Unido y la Unión Europea . El desafío logístico es suficientemente grande como para que además exista el riesgo de que el suministro de vacunas se vea interrumpido en las fronteras si finalmente las conversaciones entre Londres y Bruselas, aún en marcha, no llegan a buen puerto. El gobierno de Johnson confía en que tiene rutas seguras para garantizar que el transporte de la vacuna se lleve a cabo sin interrupciones, pero no ha dado detalles. Lo que sí ha aclarado es que la seguridad será prioritaria durante toda la cadena de distribución, con la participación incluso de la policía para evitar el robo de los viales.

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