Déficit en la atención primaria en España: el ranking de las comunidades con más y menos recursos
La lucha contra el coronavirus ha puesto sobre la mesa las deficiencias de los centros de salud en nuestro país
Castilla y León es la región que cuenta con más médicos de familia por habitante, también destaca junto a Extremadura en el número de enfermeras
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Tras el confinamiento, la atención primaria se ha convertido en una pieza fundamental para contener la expansión del coronavirus : se encargan del rastreo, el seguimiento de los enfermos y la realización de pruebas de diagnóstico PCR, además del cuidado habitual de pacientes no covid.
Sin embargo, las largas colas que se registran a diario en algunos centros de salud, así como los datos de contagios que arroja nuestro país están dejando al descubierto las grandes deficiencias con las que cuenta nuestro sistema . De hecho, la Sociedad Española de Medicina de Familia calcula que se necesitarían entre 5.000 y 9.000 profesionales para alcanzar la media de la Unión Europea. [Leer noticia]
El problema está sobre la mesa. La presidenta de la Comunidad de Madrid , Isabel Díaz Ayuso, reconocía este lunes, en su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , la incapacidad del Ejecutivo regional para reforzar la atención primaria y pedía un plan a seis o diez años para cubrir las jubilaciones «masivas» que se van a producir, así como incentivos a corto plazo para recuperar a los sanitarios que emigraron en busca de mejores salarios y estabilidad laboral.
¿Cómo se distribuyen los médicos?
Según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2018, publicado por el ministerio de Sanidad, la red asistencial del Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta con un total de 143.995 profesionales de medicina. De ellos, los hospitales son los que emplean al porcentaje más alto, al 56%. Por su parte, la atención primaria supone un 25% del total , un 17% son especialistas en formación y un 2% trabajan en los Servicios de urgencias y Mergencias 112/061.
De este modo, sin incluir a los médicos en formación especializada y a los médicos de los Servicios de Urgencias y Emergencias 112/061, por cada profesional que trabaja en los centros de salud y consultorios de atención primaria 2,3 están trabajando en hospitales , o lo que es lo mismo, de cada 10 profesionales, 3 prestan sus servicios en atención primaria, y 7 en atención especializada.
El hecho se explica, según señalaba Salvador Tranche , presidente de la Sociedad Española de Médicos de Familia a ABC, en que «la especialidad de Medicina de Familia [profesionales de la atención primaria] es la menos atractiva de todas por las condiciones laborales . Es la que tiene mayor grado de interinidad y peores condiciones», afirmaba. «Si a un neurólogo le hacen una media de dos contratos al año en un hospital, a un médico de familia le pueden hacer 15 y, además, en diferentes sitios. Un día puede trabajar en un centro de salud, al día siguiente en otro centro. Así es imposible que hagan un correcto seguimiento de sus pacientes».
Por su parte, según el informe de Sanidad, España cuenta con 175.594 profesionales de la enfermería . De nuevo, la mayoría, el 80%, se encuentran empleados en hospitales; el 16% en atención primaria, un 2% en urgencias-emergencias y un 1% en formación.
Las diferencias por comunidades
De media, en España, hay un médico de familia o pediatra en los centros de atención primaria para cada 1.299 habitantes. Sin embargo, existe una diferencia sustancial en los recursos por comunidades. Así, Castilla y León es la que, según datos de 2018 del ministerio, contaría con más médicos de atención primaria por habitante (2.386 médicos de familia y 281 pediatras), lo que supone un médico por cada 909 habitantes. Es la única comunidad que se sitúa por debajo de la barrera de los 1.000.
En segundo lugar se sitúa Aragón con un total de 1.143 profesionales (961 médicos de familia y 182 pediatras) lo que supone uno por cada 1.099 habitantes. Por detrás, Extremadura (1 por cada 1.136), La Rioja (1 para cada 1.190) y Castilla - La Mancha (1 por cada 1.220 habitantes).
En el extremo opuesto de la tabla, muy por encima de la media nacional, se encuentran Ceuta, Melilla y Baleares, todas ellas con un ratio de un profesional por cada 1.613 habitantes. Madrid, con 3.594 médicos de familia y 920 pediatras, se sitúa justo por encima, con un profesional por cada 1.471 habitantes.
A la cola de la UE
Tal y como denunciaba en ABC la Sociedad Española de Medicina de Familia , la media de médicos de familia por habitante de España es de las más bajas de Europa. Según los últimos datos de Eurostat, del año 2018, Portugal se sitúa a la cabeza en lo que se refiere a médicos de familia por habitante. Así, el país vecino cuenta con 269 por cada 100.000. En segundo lugar Irlanda (184) y por detrás Austria (170), Países Bajos (167) y Francia (142).
España, con 76,5 médicos de familia por cada 100.000 habitantes se sitúa en los últimos puestos, por encima de países como Grecia (41/100.000 hab.), Montenegro (54), Turquía (60) y Bulgaria (62).
Déficit también en la enfermería
Según el informe « Análisis de la situación de los enfermeros y enfermeras en los centros sanitarios del país », elaborado por el Sindicato de Enfermería Satse, España necesita incorporar a 131.000 enfermeras y enfermeros al sistema sanitario.
Sin embargo, al igual que sucedía con los médicos, la tasa del personal de enfermería en los centros de atención primaria del país difiere mucho de unas comunidades a otras. Así, se observa como Extremadura o Castilla y León cuenta con un profesional de este tipo para cada poco más de 1.100 habitantes. En el extremo opuesto, se sitúan Madrid, Baleares, Ceuta y Melilla, todas ellas doblando casi esa cifra, con una por cada 2.000. La media de España, es una por cada casi 1.700 personas.
Ante estas cifras, y con la segunda oleada de la pandemia azotando de nuevo al país, son numerosas las ocasiones en las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , ha aludido a la necesidad de «reforzar» el sistema de atención primaria. La última, en su reunión con la alcadesa de Madrid, cuando admitió que para revertir la situación era necesario «robustecer la atención primaria» y ponía en el punto de mira a la capital.
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