Defensa del castellano en Cataluña: «Son nuestros derechos. Animo a los padres a hacerlo»
La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) asesora e intermedia con la Generalitat para que se cumplan las leyes
«Nos dieron el horario de clase y vimos que solo se daba una hora de castellano a la semana. Hablamos con el colegio, no nos hicieron caso. Nos pusimos en contacto con la la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) . Ahora, los tribunales nos han dado la razón». Así resume la situación que vivió, Javier, el padre de uno de los niños que ganó, recientemente, el litigio sobre materia lingüística de las escuelas de Barcelona y Abrera .
Pese a que no ha sufrido ningún tipo de acoso o presión, prefiere que su nombre real no aparezca reflejado en el diario. «Solo quiero una educación bilingüe para mi hijo. Pero en Cataluña se mezcla todo con la política. A nadie le gusta que le señalen », indica para defender el uso de un pseudónimo en lugar de su identidad real, comprobada por ABC.
Javier cree que la imposición lingüística es un factor más de la politización que el nacionalismo hace de la escuela. En esta línea, recuerda: « Un día, la profesora preguntó quién hablaba castellano en su casa. ¡A unos niños de seis años!» . Y si esto pasa, asegura, es porque la dirección del colegio lo permite. «Cuando en 2017 el independentismo estaba más excitado, el colegio apareció un día engalanado con cientos de lazos amarillos. Pese a que nos quejamos algunos padres, la dirección dijo que no los retiraría . Para el 1-O recibimos correos electrónicos animándonos a participar. ¿No es eso un uso ilegítimo de mis datos personales?».
Cada vez hay más padres como Javier, que van hasta el final por el bien de sus hijos, aunque no es fácil enfrentarse a la administración en un tema que afecta a la escuela: «Claro que hay padres en mi colegio que piensan como yo, no quieren imposiciones, tienen derechos y no están a favor de la independencia, pero no quieren líos. No abren la boca ».
Este miedo, temor o precaución de los padres juega a favor de la Generalitat, que mira hacia otro lado a la hora de aplicar un sistema lingüístico escolar que los tribunales, todos, del Tribunal Constitucional al Superior de Justicia de Cataluña, pasando por el Supremo, han ordenado que debe ser bilingüe .
Para que los niños tengan una educación equilibrada en materia lingüística, los padres pierdan el miedo y la Consejería de Educación controle pulsiones de algunas direcciones escolares, la AEB tiene un protocolo de actuación que es exitoso.
Protocolo de éxito
«Los padres llegan a nosotros con la negativa verbal de la escuela. Les asesoramos. Primero: un escrito pidiendo bilingüismo para sus hijos. Como no responden, presentamos un recurso de alzada a la Generalitat, que, normalmente, nos responde negativamente . Con eso vamos a los juzgados. Y ganamos siempre», relata para este diario Ana Losada , presidenta de la AEB.
En Cataluña ya hay cerca de dos mil alumnos que se benefician de un entorno escolar bilingüe –en diferentes grados– gracias a los distintos fallos judiciales, que hasta ahora afectan a todo el grupo-clase del padre recurrente. « Las sentencias siempre las aplican. Y primero las cautelares, que solemos ganar . La Consejería de Educación se cuadra ante los jueces y nosotros defendemos a los padres ante cualquier intento de acoso. Hablamos con la dirección del centro y con la inspección educativa de la Generalitat», apunta Losada.
Lo triste, argumentan desde la AEB, es que la Generalita t no aplique el bilingüismo sin llegar a los tribunales . «Es una pena, pero son nuestros derechos. Nunca dejaremos de defenderlos. Y animo a todos los padres a hacerlo», añade Losada.
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