Declaran culpable de homicidio a la mujer que en 2016 desangró en Mallorca a su marido con un cuchillo
La Fiscalía pedía inicialmente 25 años de cárcel para la acusada, como presunta autora de un delito de asesinato, pero ahora solicita ya sólo 14 años tras el veredicto hecho público por el jurado popular
Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Palma ha declarado este sábado culpable de homicidio a Svetlana B., la ciudadana rusa de 49 años de edad acusada de haber matado a su marido, Horst Hans Henkels, de origen alemán, que tenía 70 años en el momento de su fallecimiento. El suceso tuvo lugar en abril de 2016, en el núcleo turístico mallorquín de Cala Millor.
La única certeza del caso hasta ahora era que el hombre había fallecido desangrado, hecho que la Fiscalía atribuía a que la mujer habría descarnado los brazos de su marido con un cuchillo, mientras que la defensa decía que la muerte de la víctima se habría producido a consecuencia del ataque de los perros potencialmente peligrosos que vivían en la casa.
El Ministerio Público solicitaba inicialmente para la acusada 25 años de cárcel, como presunta autora de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, al entender que los cortes en los brazos se habrían hecho después de que la mujer hubiera sedado previamente al hombre. El móvil del crimen habría sido de carácter económico, ya que la hoy encausada era la única persona que iba a heredar la vivienda en caso de la muerte de su esposo. Los abogados de Svetlana B., por su parte, habían pedido durante el juicio la libre absolución de su cliente, por falta de pruebas incriminatorias. Durante la vista oral, celebrada a lo largo de las dos últimas semanas, la propia acusada negó cualquier posible relación con la muerte de su esposo. «Soy inocente, lo juro», afirmó. La mujer se encuentra en prisión provisional desde que tuvo lugar el crimen.
El tribunal del jurado ha considerado finalmente probado que la acusada mató a su marido con un cuchillo, pero no que el hombre hubiera sido previamente sedado o que la mujer hubiera dado a los perros los trozos de piel y carne que cortó para aparentar que habían sido los canes los que habían matado a su esposo. Por las razones expuestas, el jurado ha considerado que hubo homicidio pero no asesinato. En cualquier caso, la decisión del jurado no ha sido tomada por unanimidad, pues ha habido siete votos a favor del citado dictamen de culpabilidad y dos que consideraban inocente a la mujer. Una vez hecho ya público el veredicto, en la tarde de este sábado, la Fiscalía ha rebajado su petición inicial de pena, fijándola ahora en 14 años de cárcel para la acusada. Por su parte, la defensa ha solicitado para su cliente 10 años de prisión, si bien cabe la posibilidad de poder presentar un recurso contra la decisión del jurado. El juez del caso dictará la sentencia en los próximos días.
Un caso complejo
El crimen tuvo lugar el 1 de abril de 2016 en la planta baja en la que vivía la pareja, ubicada en la calle Bella Vista de Cala Millor. Aquel día, la Guardia Civil recibió un aviso de un posible suceso en dicha casa y se desplazó hasta el lugar. Una vez ya en la vivienda, los agentes descubrieron el cadáver de la víctima en una de las habitaciones, en concreto en el salón. El cuerpo del hombre estaba desnudo y había manchas de sangre y trozos de carne en distintas estancias. La mujer fue detenida de inmediato, como principal sospechosa de la muerte del hombre. Con el tiempo, trascendió que la pareja se había casado en enero de ese mismo año, tras dos años de convivencia. Asimismo, se supo que al parecer la mujer consumía drogas y alcohol desde hacía años.
A raíz de la investigación llevada a cabo en los meses siguientes al crimen, la Fiscalía llegó a la conclusión de que Horst Hans Henkels habría sido sedado por su mujer poco antes de su muerte. Según esa versión, mantenida por el fiscal durante el juicio, Svetlana B. habría utilizado entonces un cuchillo para hacer unos cortes en los brazos de su marido, provocándole luego heridas de descarnamiento que le causaron una hemorragia que acabó ocasionándole la muerte. La mujer habría dado luego a los perros los trozos de piel y carne que había cortado. Seguidamente, habría azuzado a los canes para que mordieran las extremidades de su esposo. De ese modo, la sospechosa habría intentado hacer creer desde el principio que habían sido los perros los causantes de la muerte de su marido.
Por su parte, la defensa argumentó durante la vista oral que la causa exacta de la muerte del hombre no pudo ser determinada con absoluta certeza, pues incluso habría podido ser debida a un infarto. Además, puso en tela de juicio algunos de los aspectos de la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil. La defensa recordó, asimismo, que si bien el 1 de abril de 2016 fueron hallados en la vivienda de la pareja tres cuchillos con sangre, en ninguno de ellos había huellas dactilares de su cliente, sólo sangre de la víctima.
La acusada, por su parte, sostuvo durante el juicio que el día del suceso uno de los perros habría atacado de forma imprevista a su esposo y que ella lo habría tratado de impedir. Por otro lado, también durante la vista oral salió a relucir que la acusada habría ofrecido dinero a dos hombres distintos para, supuestamente, matar a su esposo, algo a lo que ambos se habrían negado. La mujer dijo que no era cierto que hubiera hecho esos ofrecimientos. Otro hecho también remarcable durante el juicio, en este caso en favor de la encausada, fue que varios testigos afirmaron que en diciembre de 2015 Horst Hans Henkels tuvo que ser atendido de mordeduras en ambos brazos, que el hombre atribuyó a sus perros.