Todas las «fake» del seísmo
Se cumple una semana del terremoto de México y los bulos y rumores han cercado la tragedia
Ayudas que iban para damnificados y se quedan los políticos; rescates de niñas que nunca existieron y emigrantes indocumentados sepultados que tampoco figuran entre los fallecidos por el seísmo son solo algunas de las noticias falsas que deja el último movimiento telúrico en el país azteca
Lo de «Frida Sofía» Ledezma , para una niña que nunca existió bajo el colegio Enrique Rébsamen fue solo una más de la larga lista de informaciones inconexas, bulos y confusiones que han atravesado estos días las informaciones sobre el terremoto que hizo temblar durante 60 segundos de infierno a todo el centro de México, capital incluida. Parecía que la información de Televisa sobre el militar que rescató a la niña Frida, al llamarla por su nombre bajo las ruinas del inmueble escolar derruido, y que ella contestase , iba a ser la crónica del nacimiento de un icono para la tragedia. Pero esa víctima, que según la televisión mexicana, tenía unos 12 años, nunca existió. Tuvo que salir hasta el secretario de Educación Pública del país azteca, Aurelio Nuño , a desmentir que en el alumnado del Enrique Rébsamen, al sur de Ciudad de México, nunca hubo una niña que respondiese al homónimo que ya daba la vuelta al mundo.
Una larga lista de falsos rumores e informaciones sin contrastar sobre el trágico terremoto de las 13.14 horas del pasado 19 de septiembre, que suma ya 319 muertos , se han propagado aprovechando la magnitud de las redes sociales y han encontrado una enorme confusión e incluso pánico entre la ciudadanía mexicana.
Según la prensa local y según los miles de tuiteros que se han hecho eco de la tragedia, se han producido megaterremotos y réplicas de envergadura que no tuvieron lugar; también hubo labores de demolición con supervivientes sin rescatar y existieron emigrantes indocumentados sepultados son algunos de los rumores que circulan por las redes sociales que acrecientan el nerviosismo e incluso la histeria.
Bulos imprudentes
La única prioridad, para el alcalde de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, es la de encontrar supervivientes entre los cascotes. El pasado domingo, Mancera se expresó así de tajante en un intento de atajar las desinformaciones sobre supuestas decisiones de las autoridades de concluir las operaciones de rescate. Uno de los rumores más extendidos es que en muchos edificios derrumbados de la capital se trabaja ya en la limpieza de escombros, pese a los indicios de que todavía hay gente sepultada. «Intentan meter maquinaria pesada en los escombros como si quisieran borrar evidencias sin importarles que aún hay esperanza», se lee en un mensaje de Facebook, sin firmar, compartido miles de veces.
La polvareda que levantan estos rumores tan imprudentes es tal que el coordinador de Protección Civil, Luis Felipe Puente , defendió la actuación gubernamental. «Es falso que se estén demoliendo estructuras donde puede haber sobrevivientes o personas desaparecidas», dijo categóricamente. Continúan las labores de búsqueda por parte de expertos nacionales y extranjeros en los edificios derruidos, aunque las posibilidades de hallar gente con vida menguan cada hora que pasa.
También sobre el malagueño Jorge Gómez
En este contexto, de muy poco ayudan informaciones como que en uno de los inmuebles destruidos, donde se espera sacar al español sepultado Jorge Gómez Varo , el mismísimo presidente, Enrique Peña Nieto, había ordenado parar las labores, según informa Efe. El capitán del equipo rescatista español, Juan Carlos Peñas , desmintió a Efe esta versión, que generaba gran inquietud entre los españoles residentes en México.
La fábrica textil de Chimalpopoca, en la popular colonia Obrera, también ha generado un enorme revuelo. Hace un par de días se suspendieron las labores de búsqueda y se retiraron los escombros. No obstante, surgió una información sobre que en el sótano trabajaban mujeres, aparentemente emigrantes indocumentadas de Centroamérica. «Vivas o muertas nuestras "cuerpas" no son basura ni escombro», clamó una «brigada feminista» en redes sociales, en uno de los casos que más controversia ha generado y que retomaron medios nacionales.
Este domingo un grupo de mujeres levantó en este lugar un «memorial» para las obreras que «hasta ahora no han sido encontradas ni nombradas», a pesar de que no hay ninguna prueba que respalde la existencia de esa trabajadoras en la empresa textil. Ni Protección Civil ni el Ejército ni la Marina -la institución oficial mejor valorada del país- se salvan de las críticas . A las Fuerzas Armadas se las acusa, por ejemplo, de llevar armas en las zonas de derrumbe y de entorpecer las labores de los centenares de voluntarios.
Desvío ficticios de ayudas
El listado de «fake» se han ensañado también con los políticos. Por ejemplo, se ha dicho que el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) se apoderó de víveres para repartir a los damnificados , pero las imágenes que supuestamente le delataban eran de 2012.
También se acusó al gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez , de desviar ayudas para los damnificados. La noticia corrió como la pólvora en redes sociales e incluso ocupó portadas de periódicos en México, pero la administración estatal salió al paso de las acusaciones, tuvo que negarlo todo y, aun así, para que no quede resquicio de duda, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) está investigando el caso.
Dinamitar la credibilidad del Estado
Las «fake» no solo buscan dinamitar la credibilidad del Estado, ya de por sí maltrecha. También afecta a los voluntarios. Recientemente, se advertía por WhatsApp de que hay falsos brigadistas que aprovechan la solidaridad de quienes los acogen en casa para robar.
Ni el Gobierno capitalino ni los medios de comunicación han reportado un solo caso; aunque sí ha habido ladrones hurtando víveres o incluso asaltando a dos voluntarias.
A esta retahíla de informaciones dudosas, o literalmente noticias falsas, se le suman teorías apocalípticas como la de un inminente megaterremoto que provocaría una destrucción masiva.
Mucha gente utiliza las redes sociales para compartir este tipo de bulos, pese a que el Servicio Sismológico Nacional (SMN) no se cansa en repetir un hecho científico incontestable: «Los sismos no se pueden predecir ».
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