La Cumbre del Clima más larga de la historia termina con un acuerdo mínimo y sin mercados de carbono

Solo logra incluir un llamamiento a endurecer el recorte de emisiones en 2020. La regulación para los mercados de carbono no obtiene consenso y queda aplazada al año que viene

La ministra de Medio Ambiente de Chile y presidenta de la COP25, Carolina Schmidt Efe / Vídeo: La COP25 aprueba un acuerdo que pide un aumento de la ambición en 2020

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A las 6 de la mañana de este domingo, la Cumbre del Clima que se celebra en Madrid (COP25) se convertía en la más larga de la historia, superando así las 36 horas de retraso con que terminó la de Durban (en 2011). Finalmente, en un pleno que ha comenzado este domingo sobre las 10, se ha logrado sacar adelante un texto con referencias a aumentar la ambición climática, es decir, a presentar planes de recortes de emisiones más duros en 2020. Se ha quedado fuera la regulación para los mercados de carbono , bajo el cual los países y empresas hubieran podido intercambiar derechos de emisiones.

Este año, el lema de la cumbre ha sido «tiempo de actuar». Un eslogan que se refería a la necesidad de que los gobiernos adquirieran el compromiso de recortar las emisiones de efecto invernadero y lo hicieran ya, o más tardar, en 2020, ya que hoy la temperaura global del planeta va camino de superar los 3ºC, lejos de lo que la ciencia considera «seguro». Pero las presiones por parte de algunos de los principales emisores, como Estados Unidos, y de países en fase de crecimiento como Brasil o India, para no incluir todavía la necesidad de endurecer los recortes de emisiones ha sido constante.

El sábado, el texto que se propuso resultó inaceptable para una gran cantidad de estados por su falta de ambición, y comenzó un maratón negociador, ya en el tiempo de descuento, para intentar evitar el fracaso estrepitoso del encuentro . La presidencia de la cumbre se afanaba en crear un nuevo texto con un «llamado general» a la ambición y entrada la madrugada, encargaba a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que supervisara las conversaciones en este punto.

Finalmente, el texto aprobado este domingo anima a que los países presenten en 2020 unos compromisos más ambiciosos de reducción de emisiones e insta a que se tenga en cuenta la brecha que existe entre los planes presentados y los objetivos del Acuerdo de París , es decir, limitar el calentamiento global a 1,5ºC (o no superar los 2ºC).

En concreto, la declaración «alienta» a los países a «aprovechar la oportunidad en 2020 para reflejar la mayor ambición posible en respuesta a la urgencia de abordar el cambio climático » y «vuelve a enfatizar con grave preocupación la urgente necesidad de abordar la brecha» entre los planes presentados hasta ahora y lo que sería necesario para limitar la temperatura a 1,5ºC.

La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiación para hacer frente a la crisis climática

António Guterres

« Estoy decepcionado con los resultados de la COP25. La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiación para hacer frente a la crisis climática», ha valorado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, el acuerdo « sienta las bases para que, en 2020, los países presenten compromisos de reducción de emisiones», aunque desde las organizaciones sociales las primeras reacciones ya son de decepción, al no responder de forma clara a las peticiones que se han hecho en la calle. «El resultado de esta COP25 es realmente una mezcla, y está muy lejos de lo que la ciencia nos dice que es necesario », ha valorado Laurence Tubiana, arquitecta del Acuerdo de París en 2015.

Fracaso en los mercados de carbono

Sobre la creación de los mercados de carbono, otro de los grandes puntos de fricción durante las negociaciones y que permitirían el comercio de emisiones entre países (y también a las empresas), la cita ha concluido sin acuerdo. Será necesario seguir negociando en próximas citas.

«Se trabajó intensamente para asegurar unos mercados de carbono globales que aseguren una contabilidad robusta respetuosa de la integridad ambiental. Algunos no se sintieron cómodos, así que queda pendiente para el año que viene», ha tuiteado desde el plenario Teresa Ribera.

Durante estas semanas, Australia, Brasil y Estados Unidos han estado bloqueando las negociaciones para la creación de un mercado de carbono con reglas claras y en el que piden que se incluyan los derechos adquiridos en años anteriores para emitir CO2 (generados bajo el protocolo de Kioto), mientras la Unión Europea y los pequeños estados insulares han insistido en lo contrario. Temían que se viera amenazada la «integridad ambiental» del planeta al permitir una mayor emisión de gases de efecto invernadero y ya advirtieron de que era mejor acabar sin acuerdo que cerrar uno malo.

« Es triste no haber podido llegar a un acuerdo, estuvimo tan cerca...», ha lamentado la presidenta de la cumbre, la chilena Carolina Schmidt, pero «hoy tenemos un avance concreto en textos concretos» sobre los mercados de carbono, ha dicho, para poder trabajarlos en el futuro. Esto se producirá el año que viene en Glasgow , donde se celebrará la siguiente Cumbre del Clima.

Grandes emisores

A lo largo de estas dos semanas, muchas voces han criticado que todo el proceso ha estado «secuestrado» por los países más contaminantes, que apenas han cedido en sus posturas. Además, ni EE.UU., ni China, ni India, ni Rusia se han comprometido a endurecer sus planes de recortes de emisiones. Y la situación geopolítica es mucho más compleja que la de 2015, cuando se firmó el acuerdo, hoy con todas las partes a la expectativa de cómo se desarrolle 2020. Porque es el año en el que se debe empezar a ejecutar el Acuerdo de París, pero, sobre todo, cuando se podrían resolver muchas dudas pendientes a nivel internacional, con las elecciones presidenciales de Estados Unidos, con el Pacto Verde de la Unión Europea avanzado y con China -ahora inmersa en una guerra comercial y viendo amenazado su crecimiento- citada a una reunión de alto nivel en septiembre con la UE en la que podrían presentar un acuerdo bilateral centrado en el cambio climático.

A falta de que el tablero geopolítico se despeje -sumando o restando apoyos-, lo que se desprende de la cita en Madrid es que en Glasgow será necesario un gran trabajo de diplomacia para reconducir las negociaciones de un pacto que, ahora mismo, apenas se salva por la mínima con posturas demasiado separadas.

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