Cueto-Coventosa, la cueva con más accidentes de Cantabria no necesita autorización para su acceso
Desde 1975, se han producido 23 rescates
Los equipos de rescate consiguieron este lunes sacar con vida a los cuatro espeleólogos portugueses atrapados desde el sábado en la Cueva de Cueto-Coventosa, situada en el valle del río Asón , en el municipio cántabro de Arredondo. Dieciocho horas llevó a la Fundación de Espeleosocorro Cántabro ESOCAN poder hallar a Daniel Pinto, Luis Sousa, Antonio Afonso y Carlos Mendes, miembros del Club de Montañismo de Alto Relevo de Valongo en Oporto.
El principal obstáculo fue la subida del nivel del agua dentro de la cueva, debido a las intensas lluvias registradas en la zona este fin de semana. «Los cuatro están bien aunque muy cansados», señaló este lunes a ABC, el coordinador técnico de la Fundación de Espeleosocorro Cántabra (ESOCAN), Martín González.
Desde 1975, 23 operativos de rescate se han llevado cabo en este paraje, uno de los favoritos de los espeleólogos por su «espectacularidad». Considerado como el «Mont Blanc de la espeleología», Cueto-Coventosa, es una de las cuevas más profundas de Europa, con un recorrido de 6,7 km, un pozo vertical de 300 metros (el mayor del continente) y un desnivel de 815 metros. Desde hace varios años, además ya no es obligatorio registrarse para poder explorar esta cavidad. «Es de acceso libre. Solo se recomienda a los visitantes llamar al 112 para avisar que van a entrar, pero la mayoría no lo hace», comentó González, quien atribuye el gran número de incidentes «a la gran afluencia de visitantes».
«Agotamiento físico»
Pese a su popularidad, el Gobierno de Cantabria no cuenta con ningún sistema para saber cuántas personas pasan por allí. «Es un sitio que gusta mucho y tiene muchas visitas pero no requiere una autorización previa para entrar», explicó este lunes a ABC la directora general de Interior del Gobierno cántabro, Jezabel Morán.
«Solo se recomienda a los visitantes llamar al 112 para avisar que van a entrar, pero la mayoría no lo hace»
En julio de este años tres espeleólogas catalanas de entre 39 y 50 años tuvieron que ser rescatadas de esta cueva debido «al agotamiento físico» que sufrieron y que impidió que pudieran salir por sus propios medios. Ante el revuelo que provocó aquel rescate, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, advirtió en Twitter que su comunidad «no podía estar todo el día gastando dinero público para aventureros/as» . Su intención, según aclaró después, era avisar a la población que la cavidad de Arredondo es «muy complicada» y, por tanto, para «expertos» y «muy profesionales».
La directora de Interior del Gobierno de Cantabria no quiso este lunes especificar el coste de este tipo de rescates. Desde hace algunos años, el Ejecutivo de Revilla mantiene un contrato con la asociación de espeleología y un protocolo de montaña para afrontar con éxito este tipo de operativos.
Los espeleólogo portugueses llegaron el lunes al exterior de la cueva con cara de fatigados, pero en buen estado de salud , y lo hicieron por su propio pie. «Estamos todos bien. Nuestra única preocupación eran nuestras familias, porque estábamos bien física y emocionalmente, pero ellos no lo sabían. Ya llamé a mis padres y les dije que estaba bien, que no había escasez de comida, que aún teníamos para más días si era necesario», dijo uno de los exploradores a la cadena portuguesa SIC.
En el exterior les esperaba la consejera cántabra de Interior, Paula Fernández, junto con integrantes del operativo de rescate, que se inició el domingo por la tarde después de que unos compañeros, de su grupo de Portugal, dieran la voz de alarma de que no habían salido de la cueva como tenían previsto.
«Difícil de controlar»
Según explicó a ABC la directora general de Interior del Gobierno cántabro, Jezabel Morán, los cuatro espeleólogos son expertos, llevaban suficientes víveres y habían valorado las previsiones del tiempo. «Les sorprendió la subida repentina del nivel del agua. Eso es difícil de controlar ya que hoy (por el lunes) estaba previsto que bajase y, sin embargo, lo hace de forma más lenta de lo que se esperaba. Esto es lo que ha demorado el rescate», indicó.
La subida del nivel del agua que hay en este complejo de cuevas, que superan los 800 metros de profundidad, pudo interrumpir la marcha de estos espeleólogos portugueses , que tenían previsto salir de la cavidad, por Coventosa, el sábado.
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