Un Cristo tallado por unas manos de 87 años
Nace en Salamanca una hermandad centrada en ayudar a los cristianos perseguidos. Han confiado su imagen al veterano escultor Fernando Mayoral
![Mayoral, con el boceto del Cristo de la Humidad de la Hermandad Franciscana de Salamanca](https://s3.abcstatics.com/media/ciencia/2017/04/30/fernando-mayoral-kMnH--620x349@abc.jpg)
Miguel Ángel estaba a punto de cumplir 89 años cuando la muerte le sorprendió mientras tallaba la «Piedad Rondanini». A una edad similar, Tiziano se mantenía al frente de su ambicioso taller en Venecia. Picasso había soplado ya 90 velas cuando pintó su «Niño con una pala». Fernando Mayoral , uno de los mejores escultores castellanos del último medio siglo, celebrará sus 87 este Viernes Santo. En su estudio, trabaja en dos nuevas figuras: la estatua urbana con la que Salamanca homenajeará a Vicente del Bosque y el Santísimo Cristo de la Humildad , un crucificado para la Hermandad Franciscana , una cofradía fundada hace pocos meses con el objetivo de ayudar a los cristianos perseguidos en Tierra Santa. Lo observa trabajar Torrente Ballester , su amigo al que inmortalizó en bronce sentado en el histórico Café Novelty de la Plaza Mayor de Churriguera y cuyo molde conserva entre bocetos, dibujos y herramientas.
Entre la pequeña localidad salmantina de La Vellés, donde se ubica el taller de Mayoral, y la devastada ciudad siria de Alepo median unos 4.800 kilómetros. La Hermandad Franciscana trata de reducir la distancia entre ambas con pequeños pero certeros gestos como la oración en la que el pasado sábado participaron conventos de toda España.
La Semana Santa de Salamanca, una celebración en pie desde hace más de cinco siglos, suma con ella diecisiete cofradías. No desfilará hasta 2018, aunque la procesión no es su principal preocupación. Su inquietud son quienes son asesinados o amenazados por su credo. Es aquí donde emerge la figura de fray Romualdo Fernández , el último misionero español en Siria, fallecido en Damasco a finales de 2015, y cuyo testimonio animó la fundación de esta hermandad por parte de su primo, J osé Manuel Ferreira Cunquero .
«Este es el mejor de los cinco crucificados que he realizado porque la edad te va haciendo más racional», comenta mientras observa la imagen en barro Mayoral, formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y autor de pasos tan aplaudidos como la Santa Cena de Zamora. En esta talla está volcando todos sus esfuerzos, consciente de la relevancia que tendrá y con la ilusión de quien ya no lo esperaba.
Los 87 años son lo de menos para Mayoral. Responde que no hay secreto para mantener esa lucidez mental y la agilidad física que le permiten modelar una figura cercana a los dos metros, cuyo rostro vivo alcanza después de subir los cinco peldaños de una escalera. Si acaso, atribuye su buena salud a «la ayuda de Dios» y a una vida tranquila «alejada de vicios». «El Crucificado es la escultura más bonita porque es la más humana. Es un tema muy agradecido para el escultor porque se encuentra con la verdad de la escultura », expone.
Para un artista cristiano como él se añade, además, el componente religioso. «Hay una implicación mayor y tienes que pensar que habrá gente que rece ante ella», reflexiona. El tercer reto está en conseguir representar en el Crucificado —que él mismo policromará en madera en su fase final— la advocación de la Humildad. «Esa es la parte segunda del arte, que dice o no dice», anota mientras lamenta que «la imaginería ha decaído por el trabajo en serie y el uso de materiales no nobles».