La última víctima del desabastecimiento en EE.UU.: escasean los tampones
Los problemas en la cadena de suministro se extienden a los productos de higiene femenina, que han subido hasta un 10% de precio
El alcalde de Nueva York declara el estado de emergencia ante la falta de leche de fórmula para bebés
Las mujeres estadounidenses tienen una preocupación añadida a la inflación desbocada, al aumento de la violencia con armas de fuego o, sin son madres, al desabastecimiento de leche de fórmula infantil: cada vez es más complicado encontrar productos de higiene femenina .
Los problemas en la cadena de suministro , una de las razones para el crecimiento disparado de los precios (8,3% en mayo respecto al mismo mes del año pasado), han provocado desabastecimiento en algunas zonas de tampones, sobre todo, y compresas.
Dos de los gigantes de las parafarmacias han reconocido el problema. «En las últimas semanas, ha habido episodios en los que los suministradores no han podido responder de forma completa a los pedidos», ha asegurado CVS en un comunicado. «Al igual que otros comercios, estamos sufriendo escasez de tampones de algunas marcas específicas en ciertas áreas», añadió Walgreens.
El desabastecimiento lo notan desde hace semanas organizaciones que se dedican a proveer de productos de higiene femenina a familias con pocos recursos. Grupos como The Period Project o Girls Helping Girls Period hablan de problemas para encontrar productos que envían de forma masiva a familias desde mediados del verano.
Ahora las consumidoras corrientes, sobre todo aquellas que buscan marcas y tipos específicos, están encontrando problemas para encontrar tampones. Y cuando lo hacen, tienen que pagar un precio elevado : el de los tampones ha subido un 10% respecto al mismo mes del año pasado, mientras que las compresas lo han hecho en un 8,3%.
«Podemos garantizar que esta es una situación temporal », ha asegurado en un comunicado Procter & Gamble, el gigante de productos de consumo responsable de marcas conocidas como Tampax y Always. Algo similar aseguraron las autoridades a estas alturas del año pasado, cuando la inflación se hizo evidente en EE.UU. Y no fue temporal, sino que no ha dejado de empeorar hasta ahora, con la evolución de precios más alcista en cuarenta años.
Los precios tienen que ver con problemas en la cadena de suministro -por ejemplo, por el bloqueo de grandes puertos de China ante la política 'cero covid' de su Gobierno-, el aumento rampante de la actividad económica con el fin de las restricciones masivas por la pandemia y los desajustes brutales entre demanda y oferta.
Escasez de algodón
En el caso de los tampones, hay escasez de productos clave para su fabricación, como el algodón, el rayón y el plástico, en parte porque durante la pandemia fueron dedicados a otras necesidades sanitarias. Además, el coste de los transportes se ha triplicado.
Procter & Gamble aseguró estar «trabajando duro para aumentar la producción y hacer frente a la creciente demanda de nuestros productos». Edgewell, otra gran productora, dijo estar dedicada «al completo» a que no haya desabastecimiento.
Algunos representantes políticos acusaron a estas grandes compañías de aprovecharse de la situación e hinchar los precios . Así lo ha defendido la senadora de New Hampshire Maggie Hassan, que calificó el desabastecimiento de «muy preocupante» y apostó por que «el acceso a los productos menstruales se trate como cualquier otro bien esencial».
Con la persistencia de la guerra en Ucrania, la inflación que no afloja y las restricciones por covid que van y vienen en China, nadie confía en que la situación mejore a corto plazo. Todo lo contrario: se espera que empeore en lo que queda de año.
Noticias relacionadas