Crece el movimiento #MeTooIncesto en Francia

Desde hace tres semanas, cada día se descubren nuevas complicidades inconfesables de toda la élite política, social, económica y cultural que conocía el comportamiento pedófilo de Olivier Duhamel, cubriéndolo con su silencio durante varias décadas . Ex ministros socialistas, juristas eminentes, burócratas incrustados en las más altas esferas del Estado, tuvieron noticia del comportamiento de Duhamel, uno de los constitucionalistas más influyentes de Francia, abusando sexualmente y violando a uno de sus hijastros, entre los 13 y los 15 años, cuya madre, historiadora eminente, había sido amante de Fidel Castro durante un largo quinquenio.

Las revelaciones del escándalo Duhamel comenzaron por precipitar una tormenta de revelaciones individuales, a través de las redes sociales. Decenas y centenas de hombres y mujeres comenzaron a confesar que habían sido víctimas del acoso sexual y violación, consumada por familiares o amigos de sus familiares. En apenas dos semanas, el movimiento #Metooincesto ha provocado millares de confesiones de la más diversa de naturaleza.

Subiéndose a esa ola, popular, personalidades de cierto prestigio han comenzado a intervenir pidiendo justicia y reforma de la legislación.

Emmanuel Macron , siempre sensible a los estados de ánimo de la opinión pública, fue el primero en reaccionar al movimiento #Metooincesto, pidiendo a su Ministro de Justicia que estudie una reforma legislativa que permita castigar con más rapidez la pedofilia, que pudiera afectar a uno de cada diez menores, en Francia, desde hace años.

Entrando en el debate «práctico» de tal reforma, anunciada, las redes sociales comenzaron por proponer esta medida: «Antes de los 15 años, nada de consentimiento sexual» . El Senado se apresuró a aprobar un proyecto de Ley que pudiera elevar de los 13 a los 15 años el consentimiento sexual.

El proyecto parece muy tímido a algunas personalidades. La actriz Alexandra Lamy, muy famosa a escala nacional, respondió de este modo: «Señores senadores, su deber es proteger a la infancia. El consentimiento debe aplazarse hasta los 18 años». Julie Gayet, compañera sentimental del expresidente François Hollande, también apoya una reforma legislativa, sin precisar la edad exacta del consentimiento, pero insistiendo en este punto: «Debe quedar clara la prohibición expresa del consentimiento antes de los 15 años, como mínimo».