El 'kit Covid' prescrito en Brasil triplicó la mortalidad de los indígenas en la Amazonía
Estos pueblos han denunciado por primera vez en su historia al Estado brasileño por «genocidio» ante el tribunal internacional de La Haya
El 'kit Covid' -el cóctel de medicamentos ineficaces contra el coronavirus impulsado por el presidente de Brasil, Jail Bolsonaro- llegó hasta las poblaciones indígenas más remotas de la Amazonía, históricamente más frágiles y vulnerables a la llegada de enfermedades externas.
Un reportaje publicado en la edición brasileña de 'Le Monde Diplomatique' encontró pruebas de que un Distrito Sanitario Especial Indígena (DSEI) -entidad responsable por cuidar de la salud de los indígenas- compró y recetó remedios del 'Kit Covid', como la ivermectina, usada como vermífugo, y cloroquina, específica para la malaria a poblaciones indígenas del Xingú. Ambos medicamentos fueron recomendados por Bolsonaro para prevenir el SARS CoV-2 y que él mismo confirmó haber tomado en las dos ocasiones que enfermó de Covid-19.
Las recetas encontradas en el DSEI del Xingú, en una de las reservas indígenas más importantes de Brasil, comprueban las sospechas de que esas recetas, que incluían otros fármacos ineficaces prescritos contra el coronavirus (la hidroxicloroquina y la azitromicina), habrían contribuido a un aumento de muertes entre los indígenas.
Como referencia, entre el 23 de febrero y el 3 de octubre de 2020, antes de la segunda ola que fue bastante grave en la Amazonía brasileña, el DSEI-Xingú tenía una tasa de mortalidad de 213 muertes por mil habitantes, mientras que la Amazonía, la tasa era de 77 por cada mil. La diferencia es mayor si se compara el promedio brasileño de 69 muertes por mil habitantes en ese momento, lo que indica que los indígenas del Xingú murieron tres veces más que el promedio nacional.
El reportaje de la prensa francesa reveló además la diseminación de noticias falsas que salían de la propia organización que debía cuidar de los indígenas. Comprueba incluso la compra de seis mil tabletas de ivermectina en agosto del año pasado, el mismo que Bolsonaro promovió recientemente durante su discurso en la 76 Asamblea General de la ONU.
Denuncias graves como esta y un número de muertes superior al promedio nacional llevaron a Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), la entidad más importante en representación de estos pueblos originarios, a denunciar por primera vez en su historia al estado brasileño y directamente al Gobierno Bolsonaro, por «genocidio» ante el tribunal internacional de La Haya.
«Creemos que en Brasil se están produciendo actos que se configuran como crímenes de lesa humanidad, genocidio y ecocidio. Dada la incapacidad del actual sistema de justicia en Brasil para investigar, perseguir y juzgar estas conductas, denunciamos estos hechos ante la comunidad internacional, movilizando a la Corte Penal Internacional», declaró Eloy Terena, coordinador jurídico de APIB en una nota pública.
Las denuncias de la APIB incluyen, además de denuncias contra la salud indígena, la acción del Gobierno Bolsonaro para debilitar las estructuras públicas que protegían el medio ambiente y sus pueblos. Los cortes de presupuesto y el abandono han desencadenado el aumento de invasiones en Tierras Indígenas, deforestación, incendios y el avance de actividades ilegales de minería y tala de árboles. A todo esto se suma el hecho de que entre indígenas y en la Amazonía, el Covid-19 fue más mortal que en el resto del país.
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