Covid-19
Italia inicia mañana los test de la vacuna contra el virus con 90 voluntarios
Los que finalmente harán las pruebas han sido elegidos entre 7.000 personas
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Con grandes esperanzas, tras haber superado las pruebas preclínicas realizadas tanto in vitro como en animales, este lunes comienzan los test de la vacuna contra el virus completamente «made in Italy», es decir, con financiación, investigación y voluntarios italianos. Respondieron a la llamada para someterse a los test clínicos más de 7.000 personas . Solo en la pasada semana lo hicieron 5.000, pero al final fueron seleccionados 90. El experimento se realiza en el prestigioso Instituto de enfermedades infecciosas del hospital Lazaro Spallanzani de Roma . Su laboratorio fue el primero de Europa, a inicios de febrero, en aislar la secuencia del coronavirus, un descubrimiento que se logró tras diagnosticar el contagio de dos turistas chinos llegados unos días antes a Roma.
Los voluntarios del Spallanzani se dividen en dos grandes grupos : El primero, con edades entre 18 y 55 años; el segundo, entre 65 y 85. Cada grupo se dividirá en tres subgrupos de 15 personas, cada uno de los cuales recibirá una dosis diferente de vacuna. Muchos voluntarios son médicos , una muestra de confianza que ha despertado cierto entusiasmo en las autoridades sanitarias que, desde un primer momento, apoyaron el proyecto. Se conoce el identikit de los cinco primeros que recibirán la vacuna el lunes, en esta «fase 1», tras superar las visitas preliminares: Son hombres, entre 31 y 46 años. Si superan la prueba, sin efectos secundarios significativos, la vacuna será inyectada, entre el 7 y 9 de septiembre, en una dosis superior, al siguiente grupo de voluntarios. Si los resultados son positivos, la «fase 2» podría comenzar en otoño con un mayor número de personas.
La vacuna ha sido creada y patentada por la empresa biotecnológica italiana ReiThera . Cuenta con financiación oficial para el experimento.
Difícil llegar a ser conejillo de indias
La selección de los 90 voluntarios ha sido sumamente rigurosa . Entre las 7.000 personas que solicitaron someterse al test de la vacuna experimental contra el coronavirus está Giovanna, 37 años, que ha contado su experiencia: «El médico que me atendió por teléfono para concertar la prueba de selección, me dijo que solo necesitaba ayunar y tomarme la fiebre, advirtiendo que si tenía más de 37 debía quedarme en casa». Superado el cuestionario telefónico previo, Giovanna pudo dirigirse al hospital Spallanzani: «Llegué con la gran esperanza de pasar la selección y ser uno de los conejillos de indias. La idea de ser útil a la sociedad, de poder acabar con la cifra de los muertos y el derrotar al virus, fueron las razones por las que decidí enviar el correo electrónico para ser elegida como uno de los voluntarios».
Una vez en el Spallanzani, Giovanna fue acompañada por una doctora a una habitación esterilizada, que la entrevistó con base a un cuestionario que contenía 26 criterios de exclusión . Con un solo que no cumpliera, era suficiente para quedar eliminada. A Giovana le descubrieron que la presión arterial era alta. Volvieron a intentarlo dos veces más, después de un tiempo, con el mismo resultado. Fue suficiente para no llegar a cumplir su sueño de ser útil a la sociedad convirtiéndose en conejillo de indias.