El coronavirus también provocará una disminución de la natalidad todavía más intensa que antes de la pandemia
La inestabilidad laboral y el miedo a un posible contagio durante el embarazo son algunos de los factores que frenarán los nacimientos, según el demógrafo Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja
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La mortalidad y la esperanza de vida no va a ser lo único sobre lo que deje huella la pandemia del coronavirus. Este martes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó sus proyecciones de población para el periodo 2020-2070 y, aunque no establece que el Covid-19 vaya a impactar en el balance de nacimientos «dado que no hay aún evidencias de ningún tipo». Sin embargo, es justo el desconocimiento sobre los efectos del Covid en el embarazo uno de los factores que provocarán que la natalidad descienda , según el demógrafo Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
La escasa evidencia sobre si la enfermedad provocada por el coronavirus puede afectar en el embarazo también hace que el temor se instale en las parejas y venza al deseo de ser padres hasta que la pandemia desaparezca. «Ante las posibles secuelas, las mujeres tienen miedo de quedar embarazadas y contraer el Covid» .
Además, el experto apunta a que «la inestabilidad laboral y la crisis económica que el Covid está provocando influye en que las parejas no se planteen tener hijos. El virus va a repercutir en la fecundidad del año que viene». Puyol se basa en los efectos de la gran crisis de 2008, cuando se produjo una caída de la natalidad. Al margen de evidencias pasadas, el demógrafo apunta a un estudio realizado en Italia que «concluyó que las parejas no se plantean por el momento tener nueva descendencia debido al coronavirus». En España, el presidente de UNIR asegura que algunos datos de hospitales consultados por él mismo «ponen de manifiesto que las visitas por embarazo han disminuido en los últimos tiempos».
En las estimaciones publicadas este martes, el INE calcula que la esperanza de vida ha descendido casi un año . En términos brutos, ha estimado que este año acabará con 51.513 muertes más que en 2019 , un aumento del 12,4%. Para estas proyecciones se ha tenido en cuenta la sobremortalidad observada hasta el mes de julio de 2020, por lo que se prevé que estas cifras sean todavía peores dada la evolución de la pandemia en la actualidad.
Puyol asegura en una conversación con ABC que estos datos «ponen de manifiesto una mortalidad muy superior a la del Ministerio de Sanidad », y destaca que «es posible que crezca todavía un poco más». El Gobierno todavía reconoce como víctimas solo a las 30.904 personas cuyo diagnóstico ha sido confirmado por una PCR. Se trata de una diferencia de más de 20.000 vidas. A finales de mayo, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto Carlos III señaló que se había registrado un aumento inusual de 43.000 fallecimientos desde el inicio de la pandemia.
El descenso de la esperanza de vida es, según el INE, un hecho pasajero, ya que defiende que «la mortalidad se va a ver afectada solo durante 2020» y que «el año 2021 se proyecta con una mortalidad normal». Pero, teniendo en cuenta que la vacuna llegue a finales de 2020 o principios de 2021, Puyol sostiene que la pandemia «tendrá efectos negativos hasta los primeros tres meses del año que viene » y que «será a partir del primer trimestre cuando se alcancen los niveles normales previos a la pandemia».
El papel de la migración
En definitiva, el coronavirus va a provocar un aumento de la mortalidad y una disminución de la natalidad todavía más intensa que antes, pero « la inmigración nos va a permitir seguir creciendo pese a que también se ve afectada por la pandemia», explica el experto.
El INE señala que España alcanzó un nivel de 748.759 inmigraciones en 2019, mientras que 297.368 personas abandonaron nuestro país. El saldo migratorio quedó entonces en más de 450.000 personas. Sin embargo, este año, según la información disponible al momento de cerrar las proyecciones, el INE estima que «el saldo migratorio disminuya sensiblemente en 2020, unas 110.000 personas». Después, se proyecta un saldo migratorio similar en 2021 y será «levemente creciente» a partir de ese año, obteniéndose así una ganancia neta de población debida a migraciones de casi 2,7 millones de personas hasta 2034.
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