Siete mil muertos en las residencias de ancianos de Italia desde febrero

La cifra es trágica: 6.773 ancianos han muerto en las residencias desde principios de febrero. Lo afirma hoy el Instituto Superior de Sanidad (ISS). Se confirma así lo que diversos miembros del comité técnico científico que asesora al gobierno sobre la epidemia calificaban de verdadera «masacre» . La investigación del ISS se ha realizado sobre 80.00 residentes: la mortalidad ha sido del 7 % y se encontraron síntomas del coronavirus en más del 40 % de los fallecidos. Pero solo en 1.000 personas se había hecho el test sobre la enfermedad Covid-19 .

A los directores de las residencias el Instituto Superior de Sanidad les preguntó cuáles fueron las principales dificultades desde el inicio de la epidemia: El 82.7% respondió «la falta de dispositivos de protección individual» ; el 46.9% mencionó la imposibilidad de realizar test sobre el coronavirus; el 33.5% la ausencia de personal y el 25.9% las dificultades de aislamiento.

Los numerosos errores, acompañados de negligencia e imprudencia, según la investigación que ha abierto también la magistratura, constituyen un escándalo en un país que se preocupa especialmente de sus ancianos. En las familias italianas hay respeto y cuidado por sus mayores, que además en gran medida, sobre todo en el sur de Italia, contribuyen también al sostenimiento económico de los hijos y nietos. Unos 300.000 ancianos viven en unas 4.500 residencias, que en gran parte son privadas , pero en muchos casos están en convención con la asistencia pública. La mayor parte se encuentran en el norte del país, en las regiones más ricas. Esas residencias cobran a las regiones, a las ciudades o a los propios ancianos entre 3.000 y 4.000 euros al mes por cada residente.