Coronavirus
El paciente 70 hace un Amancio Ortega
Carlos Llorente, uno de los primeros infectados en España por coronavirus, monta una colecta pública para comprar mascarillas y ecógrafos a los hospitales de Madrid
Últimas noticias de coronavirus en España: datos y cifras de la pandemia de Covid-19
A Carlos Llorente le pareció una gripe allá hacia finales de febrero, último coletazo de un invierno cálido y atípico. Parecía porque lo anunciaban los síntomas: fiebre, tos, malestar general . No había ni estornudos ni congestión, otras señales para reconocer un proceso gripal. El protagonista de esta historia comenzó a inquietarse porque la fiebre no bajaba. Desde China surgían noticias de un brote de un virus desconocido , pero en España aquello sonaba remoto, una enfermedad proveniente de tan lejos, la recóndita Wuhan . La dolencia empeoró para Llorente y el tránsito fue inevitable el 4 de marzo. De su domicilio al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde su mujer trabaja como oncóloga. Catorce días en el centro que incluyeron una neumonía viral y quince días de reclusión en casa . Fue el paciente 70 de coronavirus en la Comunidad de Madrid , uno de los primeros de España. En agradecimiento al personal sanitario, este economista de 47 años ha hecho un Amancio Ortega. Ha montado una colecta pública de donaciones que ya ronda los 31.000 euros para entregar más de 5.000 mascarillas y varios ecógrafos a hospitales de Madrid.
«Por encima de todo, me gustaría agradecer la calidad humana y profesional del personal sanitario del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda -cuenta a ABC el paciente 70 de coronavirus -. Es imposible tratar mejor a un enfermo, con más categoría profesional y humanidad. Y un recuerdo especial a la doctora Rosa Malo , la neumóloga que me trató y que tanto investigó porque no conocíamos el Covid-19 ».
Con el paso de los días, la angustia anidó en Carlos Llorente porque padeció lo que han sentido tantos españoles y ciudadanos del mundo infectados, en mayor o menor gravedad, por el Covid-19 . «Durante muchos días me sentía como un trapo, muy muy mal. Fiebre constante, fuerte dolor de cabeza que no se iba, y el dolor de estómago más o menos permanente. Mi organismo estaba totalmente descompensado”»
«Esto lo sacamos»
El enfermo sintió el afecto de los sanitarios que lo atendían, también de las empleadas de la limpieza que cada desinfectaban su habitación, pero solo recuerda un nombre, Ana. «No conozco sus nombres, porque trabajaban con los trajes de buzo, las gafas. No reconocería a ninguno de ellos si los veo por la calle. Pero sí me hacía efecto su aliento. “Venga, que esto lo sacamos, me decían”».
Carlos Llorente salió del hospital el 18 de marzo, cuando la crisis de coronavirus anidó en España y el número de muertos crecía a diario. Habló con un amigo de las carencias que detectó en el centro de salud y de la conversación asomó una idea: una plataforma de microfinanciación para comprar 3.600 mascarillas FFP2, la mejores y que escasean por España, y dos ecógrafos para rotar entre tres hospitales, el Puerta de Hierro donde le atendieron, el 12 de Octubre y el público de Fuenlabrada.
El «crowdfunding» empezó con un objetivo de recaudar 12.000 euros a través de la página www.donacionescovid.com , pero la solidaridad ciudadana ha desbordado al paciente 70. “La lanzamos el viernes 3 de abril y en dos horas recaudamos 11.000 euros. Lo ampliamos a 25.000 euros y también lo superamos de inmediato. Nos hemos marcado los 31.000 euros y tal vez habrá que ir más allá”. La colecta ya da para más de 5.000 mascarillas y tal vez algún ecógrafo más.
Después de trabajar como fiscalista, desde hace tres años lleva la gestión económica del Hospital de día Pío XII, en Madrid. Está en contacto con el mundo sanitario. Desde ese conocimiento, ha gestionado la recaudación pública con dos proveedores que trabajan con su empresa. «El problema es que es muy difícil encontrar material en el mundo, sobre todo mascarillas. Los hospitales, salvo en oncología y diálisis, son centros de coronavirus ahora mismo. Cuando todo pase, tendrán carencias y los ecógrafos les vendrán muy bien. Hay mucha gente que quiere ayudar, pero no sabe cómo».
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