¿Qué debo hacer si la tercera dosis de la vacuna me da reacción?

Hasta el pasado 9 de enero, España había administrado 80.109.445 dosis de vacunas frente al Covid-19 y se registraron 55.455 notificaciones de acontecimientos adversos, según el '12º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas Covid-19 ' de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Según el documento, las reacciones más frecuentes son los trastornos generales ( fiebre y dolor en la zona de vacunación ), del sistema nervioso ( cefalea y mareos ) y del sistema musculoesquelético ( mialgia y artralgia ).

El Ministerio de Sanidad avisa en su página web sobre la reacción que puede conllevar la inyección contra el virus. «Todos los medicamentos, incluidas las vacunas, pueden desencadenar reacciones adversas leves (como fiebre o dolor en el lugar de la inyección) o, con menor frecuencia, otras más graves (como anafilaxia)».

Por ello, Sanidad recomienda ponerse en contacto con el centro de salud u hospital de referencia en caso de tener una reacción adversa a la vacuna contra el coronavirus . «Además, para conocer y evaluar la seguridad de las vacunas es muy importante que el personal sanitario y la ciudadanía notifiquen la reacción adversa al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFVh)», dice el Ministerio.

Del mismo modo, en el momento en el que se va a inyectar la vacuna contra el virus, el personal sanitario informa a los pacientes sobre las posibles reacciones y qué hacer en cada caso . En este sentido, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan hablar con el médico sobre la posibilidad de tomar medicamentos como ibuprofeno para las molestias que surjan tras la inyección. Sin embargo, no recomienda tomar estos medicamentos antes de vacunarse con el objetivo de evitar las posibles reacciones.

Según los CDC, los efectos más comunes son el dolor, enrojecimiento e hinchazón en el brazo donde se recibe el pinchazo. Para reducir estas molestias, los CDC recomiendan aplicar un paño frío, limpio y húmero sobre el área y ejercitar el brazo. También avisa sobre la posibilidad de que se dé cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre o náuseas. En estos casos, aconsejan beber mucho líquido y usar ropa liviana.