Coronavirus

Los celadores se rebelan: «Es duro trabajar a pelo sintiendo el aliento del Covid-19»

Pese a trabajar expuestos a cinco centímetros del personal infectado, Sanidad les sigue calificando «como personal de bajo riesgo»

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El traslado de los enfermos, por parte del Summa, en Madrid IGNACIO GIL

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Son el primer rostro que acoge a los pacientes de Covid-19 cuando llegan al hospital y también la última imagen que retienen en sus pupilas cuando, agotados física y emocionalmente, abandonan el centro si su periplo clínico acaba bien. Trasladan a los enfermos desde la ambulancia a la unidad de urgencias o a la UCI , les cambian de postura en sus camas y asientos, ayudan a realizarles las curas y también colaboran en su higiene. Trabajan a escasos centímetros del paciente y totalmente desprotegidos, es decir con una simple mascarilla quirúrgica que no les evita infectarse. Considerados por los protocolos Covid-19 como «personal sanitario de bajo riesgo», los celadores se sienten los grandes olvidados de esta crisis sanitaria sin precedentes y piden más protección para poder trabajar sin riesgos.

Exigen el mismo trato que otros colectivos sanitarios que viven su día a día «a escasos centímetros» de los pacientes infectados. María M. A. (nombre ficticio) lleva años trabajando de celadora en el Hospital Vall d´Hebron de Barcelona. Nunca hasta ahora había tenido la sensación de que su trabajo era tan ignorado e infravalorado. «Tengo muchos compañeros con crisis de ansiedad. ¿Sabes que es ir arropando a un paciente que no para de llorar desesperado? Buscan tu mirada porque están emocionalmente fatal y tú les das todo el calor que puedes pero la realidad es dura», señala la celadora a este diario. María pide justicia para su colectivo y que dejen de tratarlos como «personal asistencial de segunda». «Los celadores de UCI sí tienen mascarillas de filtro (FFP2) pero el resto de tareas que se realizan con el paciente de coronavirus muy próximo a tu rostro se hacen con mascarillas sin filtro y eso es muy grave. Llevamos casos de Covid-19 a urgencias diariamente sin protección y muchos compañeros se han infectado», asegura la celadora.

Pedro Rodríguez

Un documento al que ha tenido acceso este diario, revela que el 4 de abril había 27 celadores infectados por coronavirus. Son solo los que han pasado por el circuito de detección del hospital. Otros, según afirman, ante la saturación del servicio han optado por acudir directamente a su médico de cabecera, que les ha dado la baja.

«¿Y tú qué haces tan desprotegida?»

María relata como una de sus compañeras entró hace unos días en el quirófano solo protegida con una mascarilla quirúrgica para trasladar a una parturienta con Covid-19 y el médico le espetó: «¿Y tú que haces tan desprotegida?». La mujer, según explica, rompió a llorar desesperadamente. «Te necesitan para todo pero te excluyen de todo», denuncia María. Recuerda, de paso, que los celadores no tienen derecho al plus de peligrosidad que reciben otros colectivos. Un compañero del hospital señala, sin dar su nombre, su cruda realidad. «Es duro trabajar a pelo sintiendo a diario el aliento del Covid», dice en declaraciones a ABC.

«Un riesgo inasumible»

Pedro Rodríguez , celador del Hospital General del Vall d'Hebron, está cansado y hace la denuncia a cara descubierta. «A aquellos que creen que los celadores solo somos personal sanitario de bajo riesgo porque no tenemos exposición con los pacientes les diría que pasen un día por la UCI o por un servicio de urgencias para comprobarlo», apunta en un vídeo al que ha tenido acceso ABC. Reconoce que en las UCIs van protegidos pero en urgencias no y eso «es un riesgo inasumible». «Los pacientes están nerviosos, se sacan las gafas y la mascarilla y tú sin protección debes recolocársela, exponiéndote a que tosan en tu cara y te infecten», apunta Pedro.

«Los médicos son el cerebro. Las enfermeras las manos y nosotros los pies. Todos somos necesarios»

Sonia P.M. (nombre ficticio) trabaja de celadora en el Materno-Infantil del Vall d´Hebron. Quiere preservar su anonimato, pero autoriza a usar su testimonio. «El miércoles me hicieron trasladar un paciente de materno infantil al Hospital General con Covid-19 positivo. El supervisor le dijo al encargado del turno de noche que con una mascarilla quirúrgica es suficiente porque nosotros no nos acercamos al paciente. Me pasé todo el traslado poniéndole la mascarilla y gafas nasales al paciente pues estaba muy nerviosa y se la quitaba diciéndome que dónde la llevaba y que no quería estar sola. Luego en su destino, ayudé a colocarla en la cama. Me parece indignante y de juzgado que a los celadores se nos niegue una mascarilla», denuncia. «Me niego a trasladar a pacientes con coronavirus sin protección. Los celadores no somos personal de tercera», añade. María suscribe su denuncia. «Los médicos son el cerebro. Las enfermeras las manos y nosotros los pies. Todos somos necesarios», concluye

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