COP26: La ONU advierte del imparable aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera

La concentración de gases de efecto inviernadero en la atmósfera sigue imparable y no ha conseguido ser ralentizada, ni por la pandemia ni por las políticas gubernamentales alcanzando máximos nunca vistos, advierte la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe publicado hoy con motivo de la inaguración de la COP26 en Glasgow

Vídeo: El secretario general de la ONU advierte de la emergencia climática: «Estamos cavando nuestras propias tumbas» AFP

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La concentración de gases de efecto inviernadero en la atmósfera sigue imparable y no ha conseguido ser ralentizada , ni por la pandemia ni por las políticas gubernamentales alcanzando máximos nunca vistos, desde hace cinco millones de años, advierte la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe publicado hoy, en Ginebra, con motivo de la inaguración de la COP26 en Glasgow (Reino Unido).

El balance hecho este domingo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), sobre el estado mundial del clima en 2021, sigue siendo preocupante ya que los principales indicadores climáticos analizados señalan que el planeta sigue en la senda de un calentamiento acelerado que podría provocar un aumento mayor de la temperatura, del nivel de los mares y de deshielo en los glaciares.

Basado en datos facilitados por organismos de Naciones Unidas, Servicios Meteorológicos o Hidrológicos Nacionales y expertos científicos, el informe pone de relieve las repercusiones que tendrán en la seguridad alimentaria y en lo desplazamientos de la población los elevados niveles de concentración de gases de efecto de invernadero que repercutirán en las generaciones futuras y conducirán al planeta hacia territorios inexplorados.

Los expertos alertan de que los últimos siete años han sido los más calurosos desde que existen registros y que a lo largo de los primeros nueve meses del año 2021 se han batido récords históricos de temperatura. Durante este año, el nivel de los océanos alcanzó máximos históricos, desde 2013, registrándose aumentos significativos de temperatura y de acidificación en los mares.

«Los cambios ocurren ante nuestro ojos, desde las profundidades de los océanos hasta la cima de las montañas, y estos eventos extremos son devastadores para el planeta», declaró el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres . De acuerdo con el representante de la ONU, la reunión del Convenio Marco de Naciones Unidas para Cambio Climático (COP26) «debería significar un nuevo punto de partida para los pueblos y para el planeta ».

Por su parte el secretario general de la OMM, Petteri Taalas , afirmó que los fenómenos climáticos extremos son la nueva normalidad. « Por primera vez, desde que se disponen registros, llovió en Groenlandia, en lugar de nevar y se detectó un rápido deshielo en los glaciales de Cánada. Mientras, las olas de calor en Estados Unidos, Cánada y algunos países del Mediterráneo dispararon los termómetros hasta más de 50°C».

Taalas, explicó que si se mantiene el actual ritmo de aumento de concentración de gases de efecto invernadero las temperaturas del planeta superarán con creces los objetivos fijados en el Acuerdo de París que prevé limitar el calentamiento global a 1,5 o 2°C para mediados de este siglo. Un reciente informe de la ONU reveló que muchos países planean producir más del doble de la cantidad de combustibles fósiles en 2030 de lo adecuado.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, principales responsables del cambio climático, provocadas por las emisiones del ser humano, aumentaron, en 2020, a 413,2 partes por millón (ppm) . Esta cifra es un 48,6% mayor que la registrada en niveles preindustriales ya que en 1750 la concentración era de 278 ppm. Durante los meses de 2021, la tendencia se confirma registrándose en Hawai, 416,96ppm.

En el caso del óxido nitroso, potente gas de efecto invernadero que agota la capa de ozono, las concentraciones llegaron a 333,2 partes por mil millones (ppb), un 23% más que a niveles preindustriales. El metano, con 1.889 ppb, 162% más que en la época preindustrial, y el dióxido de carbono, menos fuerte pero más persistente en el tiempo. La reducción de todos estos gases ocuparan las conversaciones hasta el 12 de noviembre en la COP26.

Las repercusiones socioeconómicas y medioambientales serán dramáticas tanto para la meteorología como para las crisis económicas, precisó la OMM. Las consecuencia de la degradación de los ecosistemas, combinadas con los cambios causados por la pandemia de Covid-19, aumentarán los conflictos, el hambre, los desplazamientos de población y la vulnerabilidad de las personas.

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