Por qué los contagios entre mayores con la primera dosis puesta no significan que la vacuna no sea efectiva
En los últimos días ha habido varios brotes en residencias donde ya se había administrado el fármaco
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Son varias las residencias de mayores que en los últimos días han sufrido brotes de Covid-19 entre sus usuarios y trabajadores, pese a haber recibido ya la primera dosis de la vacuna de Pfizer. En Castilla y León, hay más de cien contagios entre los residentes y empleados de dos residencias de León a los que se había administrado el fármaco. También en Andalucía, País Vasco, Navarra o Baleares se han dado casos similares. En la Comunidad Valenciana, el centro de mayores Hogar San Sebastián de Vinaroz (Castellón) detectó en pruebas realizadas el 9 de enero 21 contagios, tras haber sido vacunados con la primera dosis el 30 de diciembre. El más reciente, en Ciudad Real, con un brote con 62 casos en una residencia de Brazatortas , del que se ha informado este miércoles.
La estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad ya hablaba de que la inmunidad se consigue «hacia los 7 o 14 días tras haber recibido la segunda dosis» . Es decir, que haya personas que se infecten tras haber recibido solo la primera dosis no es raro ni mucho menos demuestra que la vacuna no sea efectiva . Lo explica también el doctor José María Molero, portavoz del área de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc): «Es normal, porque efectivamente con la vacuna, a nivel individual, no existe protección desde la primera dosis, sino que se va adquiriendo de forma progresiva entre la primera y la segunda hasta llegar a ese 95% de eficacia que se adquiere justo después de la primera semana de haber recibido la segunda dosis».
Hasta que hayan pasado siete días de la administración de esa segunda dosis, por tanto, no se tiene inmunidad, por lo que el cumplimiento de las recomendaciones sigue siendo fundamental. «Hay que ser extremadamente cuidoso. No tenemos que bajar la guardia», dice el doctor Molero. Así lo considera también Carolina Hurtado, responsable de la Unidad docente de Inmunología de la Universidad CEU San Pablo, que aboga por «mentalizar a la sociedad de que aunque estén vacunados hay que seguir con todas las medidas de seguridad», como el uso de mascarilla, al menos hasta que haya un 70% de la población vacunada.
Estas vacunas, recuerda Hurtado, no impiden la infección, sino que lo que buscan es que en caso de contagiarse los efectos sean menos graves. Además, dice, desde los laboratorios que las han desarrollado han dejado claro que para que sean completamente efectivas es necesario administrar las dos dosis . «Partimos de que esta vacuna va a hacer que la enfermedad sea menos grave y que se necesita una segunda dosis para que la protección sea más adecuada», dice. Además, remarca, hay que desmontar otro mito: el de que las personas se pueden haber infectado por recibir la vacuna. «Es imposible, porque con la vacuna no se mete el virus completo. Por introducirla no se puede meter la infección», explica.
Pero estos brotes en residencias llevan también a preguntarse cuándo hay que administrar la segunda dosis a las personas que ahora mismo están contagiadas . Según el portavoz de la Semfyc hay que esperar a que termine la infección, aunque eso conlleve alargar el período que tiene que pasar entre la administración de la primera y segunda dosis. «Hay que esperar a la curación . Normalmente está indicado continuar con la vacunación una vez se haya pasado la fase aguda de la enfermedad, a partir de los diez días », explica, e insiste en que este hecho no supone que se suspenda la vacunación, sino que solo se interrumpe. «No es incompatible que se haya pasado la infeccion con ponerse la vacuna», afirma.
En esta línea se mueve la estrategia de vacunación de Sanidad, que expone que, según las evidencias disponibles hasta el momento, «además de ser segura, la vacunación inducirá respuesta inmune en aquellas personas que ya han pasado la infección».