¿Consagrar hoy España al corazón de Jesús?
El momento presente exige, quizás más que nunca, evangelizar desde el Corazón
Este domingo celebramos en el Cerro de los Ángeles la consagración de España al Corazón de Jesús en el Centenario de la primera consagración. Sin añoranza de tiempos pasado, sin intenciones reivindicativas de ningún tipo. Un acto religioso para manifestar la fe, y corresponder con la entrega de lo que somos y tenemos a Aquel del que lo hemos recibido todo.
Es verdad que no son pocos los que se preguntan, dentro y fuera de la Iglesia: ¿tiene sentido hoy, en el siglo XXI, consagrar España al Corazón de Cristo? Vivimos en una sociedad plural, en la que muchos hombres y mujeres profesan otras creencias , y otros, sencillamente, no creen. Somos conscientes de esta realidad. Sin embargo, entendemos esta consagración como un acto de piedad de los fieles católicos en España que desean responder a las exigencias evangelizadoras del momento presente haciendo a todos partícipes del Amor de Dios que se nos ha revelado en el Corazón del Hijo de Dios hecho hombre.
El momento presente exige, quizás más que nunca, evangelizar desde el Corazón. Jesús es el Maestro que modela el corazón de los discípulos y nos invita a aprender de su Corazón manso y humilde (cf. Mt 11, 29). Necesitamos aprender del Corazón de Cristo la «lógica del corazón».
Hemos querido que este año Jubilar que estamos celebrando sea también una invitación a mirar las heridas de la humanidad desde el Corazón traspasado del Redentor, por eso hemos elegido como lema las palabras de la Escritura: «Sus heridas nos han curado». Jesús con sus heridas cura el corazón del hombre. Le muestra que la salvación no está en mirarse a sí mismo para su autocomplacencia, sino mirar a Dios, y mirar a los demás. La vida de Cristo, su existencia en favor de los demás, es el verdadero camino de la humanidad.
(*) Ginés García Beltrán es el obispo de Getafe