El confinamiento también mata
Según un estudio alemán, el coronavirus solo fue responsable, directa o indirectamente, del 55% del exceso de mortalidad
Que el coronavirus mata ya lo sabíamos. Ahora contamos además con un primer informe médico que confirma algo que también sospechábamos, que confinar a la población equivale también a segar vidas . El equipo médico de la Clínica Hochrhein en Waldshut-Tiengen, en Baden-Württemberg, sur de Alemania, se ha tomado la molestia de examinar pormenorizadamente las muertes en su distrito en lo peor de la primera ola, el mes de abril de 2020, y ha llegado a una aleccionadora conclusión: además de la mortalidad directamente atribuible al coronavirus, hay un exceso de mortalidad debido al confinamiento .
En promedio, entre 2016 y 2019, alrededor de 165 personas murieron en el mes de abril en el distrito de Waldshut, que tiene aproximadamente 170.000 habitantes. En abril de 2020, sin embargo, se produjeron 227 muertes, 62 más que el año anterior, un exceso de mortalidad calculado del 37%. De esas 62 muertes adicionales, solo 34 están relacionadas con la pandemia. Las otras 28 personas no murieron por el virus ni por una situación clínica que guardase con él alguna relación . Lo que significa que el virus solo fue responsable, directa o indirectamente, del 55% del exceso de mortalidad.
«La pregunta que nos hicimos fue: ¿de qué ha muerto el otro 45%?», dice el médico de cuidados intensivos Stefan Kortüm, coautor del estudio, «porque está claro que también tenemos un exceso de mortalidad que no se debe a enfermedades relacionadas con el coronavirus». Y encontraron varias correlaciones significativas. «En primer lugar, vimos que en paralelo con el aumento de la mortalidad, los ingresos hospitalarios por exacerbaciones o complicaciones de otras enfermedades crónicas disminuyeron en un 73% en comparación con abril de 2019». El estudio concluye que casi la mitad del exceso de mortalidad en abril está «relacionado con el uso reducido de estructuras médicas de emergencia», resume Kortüm, « la gente murió porque no fue al médico , ¡probablemente por miedo a la infección por coronavirus!»
«En particular, las personas con enfermedades crónicas de empeoramiento agudo, como enfermedades pulmonares o cardíacas, pero también enfermedades tumorales, no buscaron ayuda médica durante este período», detalla. El estudio determina además que cuando, a lo largo del mes de abril, se desplegó el servicio de rescate con ambulancia UCI, el uso de la palabra clave «determinación primaria de muerte» aumentó en un 105%, lo que significa que más del doble de personas que en abril de 2019 murieron solas en sus casas y solo después se llamó a urgencias y el estudio determina que las restricciones de contacto pueden ser las principales responsables. «El distanciamiento social también ha contribuido al desarrollo de daños colaterales», admite el doctor, «debido a que no se visitó a los ancianos, no se notó un empeoramiento agudo de sus enfermedades y nadie advirtió al sistema sanitario. ¡Se quedaron solos en casa y murieron!».
«A menudo son los más jóvenes quienes se encargan de que sus padres y abuelos busquen tratamiento », sigue Kortüm sobre las posibles explicaciones del fenómeno, «se transmitió la idea de que la infección por coronavirus era una amenaza en los hospitales abarrotados, seguramente por las noticias que llegaban de países como Italia». «Nunca sabremos con exactitud qué tan alta habría sido la mortalidad sin el encierro, pero desde luego no podemos decir que el confinamiento salvó más vidas de las que costó».
El Ministerio de Sanidad alemán constata que, en toda Alemania, un número significativamente menor de personas gravemente enfermas fue al hospital en la pasada primavera que en años anteriores, aunque no tiene datos exactos sobre su cantidad ni sobre las consecuencias que tuvo ese comportamiento sobre su salud.
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