La Conferencia Episcopal considera «una mala noticia» la ley de eutanasia y recuerda que «no hay enfermos incuidables»
Los obispos afirman que «no se puede proponer la muerte como solución a los problemas»
No es la primera vez que los obispos españoles manifiestan su rotunda oposición a la ley de eutanasia . A inicios de diciembre del año pasado cuando PSOE y Podemos incluyeron en su acuerdo de Gobierno de coalición la legalización de la eutanasia, la Conferencia Episcopal Española publicó un documento para alentar «una mirada esperanzada sobre el final de la vida» y en contra del suicidio asistido. Este lunes, el Episcopado ha vuelto a manifestar que «no se puede proponer la muerte como solución a los problemas».
En una nota, los obispos que integran la Comisión Ejecutiva consideran «una mala noticia» que el Congreso siga adelante con la tramitación de la ley de eutanasia después de rechazar el pasado jueves sendas enmiendas a la totalidad presentadas por PP y VOX .
Ambos grupos parlamentarios proponían el desarrollo de una ley integral de cuidados paliativos con el objetivo de armonizar la legislación que cada comunidad tiene en vigor y de garantizar que este servicio sanitario llegue a todos los enfermos que lo necesiten. En la actualidad, solo 65.000 de los 220.000 pacientes que los requieren consiguen recibir cuidados paliativos.
«La vida humana no es un bien a disposición de nadie. Insistir en el 'derecho a la eutanasia' es propio de una visión individualista y reduccionista del ser humano y de una libertad desvinculada de la responsabilidad», aseguran los obispos en una breve nota.
Para los obispos «este nuevo derecho a morir» que defiende el Gobierno de coalición provoca una «incoherencia antropológica» , ya que, por un lado, «se niega la dimensión social del ser humano, “diciendo mi vida es mía y sólo mía y me la puedo quitar”» y, por otro lado, «se pide que sea otro –la sociedad organizada– quien legitime la decisión o la sustituya y elimine el sufrimiento o el sinsentido, eliminando la vida».
«No se entiende la propuesta de una ley para poner en manos de otros, especialmente de los médicos, el poder quitar la vida de los enfermos»
Los obispos apelan a la realidad que ha puesto delante de nuestros ojos la pandemia de Covid-19, con «la muerte en soledad de tantos enfermos y la situación de las personas mayores». «Nos ha hecho caer en la cuenta de que somos responsables unos de otros y ha relativizado las propuestas de autonomía individualista», señalan.
Por ello, ante ese nuevo escenario que abre la ley de eutanasia con la legalización del suicidio asistido, la Conferencia Episcopal recuerda que esta práctica «no ayudará a la hora de insistir a quienes están tentados por el suicidio que la muerte no es la salida adecuada». «La ley, que tiene una función de propuesta general de criterios éticos, no puede proponer la muerte como solución a los problemas», resalta.
La medicina, además de curar, consiste en «cuidar, aliviar y consolar sobre todo al final de esta vida», subraya el texto. Y en concreto se refiere a la medicina paliativa, cuyo objetivo es «humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final». « No hay enfermos “incuidables” , aunque sean incurables», apuntan los prelados.
Con el ánimo de llevar esperanza a todos los enfermos, los obispos abogan por «una adecuada legislación de los cuidados paliativos que responda a las necesidades actuales que no están plenamente atendidas». «No se entiende la propuesta de una ley para poner en manos de otros, especialmente de los médicos, el poder quitar la vida de los enfermos. El sí a la dignidad de la persona, más aún en sus momentos de mayor indefensión y fragilidad, nos obliga a oponernos a esta esta ley que, en nombre de una presunta muerte digna, niega en su raíz la dignidad de toda vida humana», concluye.