La concentración de Covid-19 en las aguas residuales alcanza su máximo histórico en España

Los niveles medios detectados en 38 estaciones depuradoras no se había superado ni con una incidencia acumulada más elevada que la actual

Empresa que analiza aguas residuales en Valencia Irene Marsilla

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Las aguas residuales se han convertido en un 'chivato rojo' sobre la evolución de la pandemia. Los contagiados por coronavirus excretan el virus antes incluso de saber que lo tienen, por lo que el seguimiento de los lodos permite anticipar a corto plazo la progresión de las olas. Los últimos datos procedentes de las 38 depuradoras donde se analiza la concentración del virus a nivel nacional han registrado la concentración máxima desde que empezaran las mediciones en junio de 2020.

Los resultados del informe semanal del proyecto que dirige el Ministerio para la Transición Ecológica, VATar-Covid-19, y para el que se tomaron muestras entre los días 12 y 18 de diciembre, han arrojado los niveles más altos de la serie histórica que comienza en junio de 2020, registrándose de media en las estaciones depuradoras del proyecto más de 1 millón de copias genéticas de SARS-CoV-2 por litro.

Estas cifras no se habían alcanzado hasta la fecha, ni siquiera en la cuarta ola , la registrada las navidades pasadas, cuando el 27 de enero España alcanzó su pico de incidencia acumulada, con 899,93 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, ahora este dato se sitúa en 784,20 casos por cada 100.000 habitantes.

Aunque no se trata de un medidor definitivo y debe tomarse en conjunto con otros datos, esta última semana los incrementos en la concentración vírica han sido muy altos en cuatro estaciones, ubicadas en Segovia, Madrid, Guadalajara y Oviedo . Se suman a los aumentos algo menos pronunciados en otras seis estaciones de Albacete, Talavera de la Reina (Toledo), Bilbao, Barcelona, Cuenca y Cáceres.

Las partículas del virus llegan al sistema de alcantarillado a través de las heces de personas infectadas. Y, aunque no todos los contagiados expulsan el SARS-Cov-2 a través del tracto digestivo, los estudios científicos que se han elaborado a lo largo de la pandemia han mostrado cómo las aguas residuales reflejan los aumentos en la incidencia antes incluso de que llegue a las estadísticas . Por ejemplo, un estudio publicado en 'Nature Biotechnology' en 2020 ya apuntaba a que los datos de los lodos estaban adelantados entre 6 y 8 días a las pruebas positivas de diagnóstico.

Ocurrió en la cuarta ola del coronavirus en España, cuando dos semanas antes del pico, en la semana del 3 al 9 de enero, se registró el mayor incremento en los niveles del virus en el lodo, con seis estaciones registrando un incremento muy alto, y otras nueve registrando aumentos algo más suaves.

El sistema, no obstante, no sirve para calcular el número total de personas infectadas . Pueden excretarlo personas asintomáticas, presintomáticas, sintomáticas y mal diagnosticadas, lo cual dificulta las estimaciones. Además, la mitad de los infectados no expulsan el virus por las heces y entre quienes sí lo hacen, la cantidad de partículas y el periodo durante el que se hace depende de cada individuo.

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