En el concejo más despoblado: «El médico sube una vez al mes. Con todo ancianos, imagine qué es eso»

María Díaz Fidalgo es la alcaldesa de Yernes y Tameza, el municipio con la menor densidad de habitantes y con los residentes más envejecidos de Asturias

La Asturias que agoniza bajará este año del millón de habitantes

María Díaz, la regidora de 68 años JUAN CARLOS ROMÁN
Érika Montañés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

¿Qué servicio básico falta en el concejo (organización municipal en Asturias) de Yernes y Tameza, que agrupa a cinco pedanías y es el más despoblado del Principado ? Es la primera pregunta que sopesa la alcaldesa, ama de casa de 68 años, María Díaz Fidalgo. Y la respuesta ya da para cerrar toda una entrevista y es el epítome de la vida en Yernes: «Pues antes de la pandemia el médico subía cada quince días, ahora lo hace una vez al mes porque tiene que desplazarse desde Grao. Sube con la enfermera y el farmacéutico. Imagine qué significa eso en un pueblo con todo ancianos porque no somos solo el más despoblado, sino el que tiene la población más mayor de Asturias».

Yernes y Tameza tiene 133 empadronados, apenas 50 residentes. La media de edad es de 54,55 años y la densidad de población de menos de 4 habitantes por kilómetro cuadrado, la mitad que Laponia, Soria o Teruel. Ahora solo vive un joven, que frisa la mayoría de edad.

¿Y cómo hacen esos ancianos si tienen un problema médico?

¡Inventar! Pedir favores al vecino, muchos llaman a un taxi con lo que cuesta bajar, mínimo veinte euros, la mayoría no tienen coche así que... Perder el médico significa que nos empiezan a abandonar, con poca gente, menos servicios, pero... ¡qué menos que tener un médico!

¿Reciben ayudas útiles para combatir la despoblación?

Hay poca vida y pocas ayudas, pero creo que se deberían repartir mejor los fondos, porque las ciudades ya tienen mucha gente con la riqueza que genera recaudar sus impuestos. Nosotros no sabemos de dónde tirar. Desde el Principado tratan de ayudar, pero somos muchos a pedir y hay muchos concejos como nosotros.

Pueblo de alta montaña, carretera angosta. ¿Complica la supervivencia de la localidad?

Pero ahora hay carretera. Cuando yo nací, en 1954, nos quedábamos sin luz e incomunicados en cada nevada. Ahora se puede subir, venir de turismo rural, visitarnos, porque el gran problema es el desconocimiento. No somos como Taramundi y otros pueblos de muy difícil acceso. Nos estamos muriendo y necesitamos ser visibles y que nos vean, así que nosotros seguiremos luchando.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación