Cómo superar los traumas a través de la autocuración
La Fundación de la Esperanza de la Fundación la Caixa recurre a la pedagogía de emergencia para ayudar a los chavales a recuperar la confianza en sí mismos
Este verano de 2020, y en el contexto de la situación de pandemia, la Fundación de la Esperanza de la Fundación La Caixa ha abierto de nuevo su casal pensado para niños y adolescentes que no tienen la posibilidad de acceder a recursos de ocio y viven en hogares con carencias sociales , económicas y educativas. Este año, en el casal se realizarán el máximo de actividades al aire libre, combinando el tiempo libre con el refuerzo escolar a fin de dar respuesta a las carencias educativas que puedan haberse generado a lo largo del confinamiento. En estos momentos, hay más de 90 menores inscritos.
Teniendo en cuenta el sufrimiento que con la crisis del coronavirus pueden estar viviendo los menores en situación de vulnerabilidad social , el casal ha adoptado la pedagogía de emergencia, una rama que surge de la pedagogía Waldorf orientada específicamente a superar situaciones traumáticas como marco para las actividades y dinámicas planteadas. Así, se ofrecerá acompañamiento en las necesidades emocionales de niños y jóvenes.
El objetivo de las intervenciones de este tipo de pedagogía es ayudar a los niños y adolescentes a superar traumas y a recuperarse proporcionándoles seguridad, autoestima y confianza en sí mismos . Se busca despertar en ellos la fuerza necesaria para llevar a cabo una autocuración. Siguiendo esta línea de trabajo, las propuestas de la Fundación de la Esperanza pretenden ayudar a la recuperación de los ritmos y a la cohesión de la persona a partir de tres pilares:
Actividades en la naturaleza. No solo porque la naturaleza por sí misma es sanadora, sino porque los espacios abiertos permitirán mantener con mayor facilidad la distancia de seguridad.
Los adultos de referencia como «lugar seguro» y como recurso de expresión de las emociones. Muchos de los menores se han sentido angustiados y perdidos, y necesitan recuperar la sensación de seguridad que los monitores del casal les transmitirán con herramientas propias y grupales, manteniéndose abiertos y accesibles a sus emociones.
El ritmo y las rutinas permitirán una convivencia armónica, la sensación de orden tras el caos, la seguridad de poder prever lo que pasará, la «re-orientación» en el tiempo y el espacio, etc.
A partir de aquí, los objetivos del casal de este año son los siguientes:
Facilitar un espacio de tiempo libre en el que se propicie el desarrollo personal y social de niños y adolescentes.
Acoger y acompañar emocionalmente a niños y adolescentes.
Reforzar , mediante el juego y distintas actividades, las competencias instrumentales básicas de cada etapa.
Potenciar el sentimiento de grupo a través del trabajo en equipo, fomentando valores como la empatía, la amistad y la compañía.
Velar por una alimentación saludable de los jóvenes durante los meses de julio y agosto, garantizando dos comidas diarias (desayuno y comida).
Núria Danés , directora de la Fundación de la Esperanza, explica: «Este año, la prioridad del casal es que los niños y jóvenes se recuperen emocionalmente de la experiencia del confinamiento y, al mismo tiempo, reforzar competencias académicas para que no se queden atrás en el ámbito educativo. También garantizamos dos comidas saludables al día —el desayuno y la comida—, lo que supone una ayuda para muchas familias que tienen dificultades para cubrir las necesidades más básicas».
El casal de verano está pensado para niños y jóvenes de 6 a 16 años.
Fechas: Del 22 de junio al 28 de agosto
Horario: De 9.30 a 15 h, con comida incluida
Se organizan 4 grupos de 10 niños cada uno. Las inscripciones son por semanas, para garantizar que todos los niños y jóvenes que han solicitado plaza puedan asistir al casal un mínimo de dos semanas.
Adicionalmente, la Fundación de la Esperanza colabora con el CCCB para que cada semana, durante el mes de julio, un grupo de 10 niños del casal pueda participar en el casal Culturnautes del centro cultural.
El diseño del casal y de sus actividades se llevará a cabo siguiendo todos los protocolos de seguridad y prevención de la Covid-19 establecidos por la Generalitat de Cataluña.
La Fundación en tiempos del Covid-19
La Fundación de la Esperanza tuvo que cerrar sus puertas con la llegada del estado de alarma, pero su actividad no ha cesado en ningún momento. Más de 800 personas han recibido atención telemática de esta entidad durante el confinamiento . La mayoría pertenecen a familias que ya acudían al centro antes de la pandemia y que, con la crisis sanitaria y social, han visto cómo empeoraba su situación. Además, de los casos atendidos este mes de junio, se calcula que el 20 % son nuevos usuarios que se han visto abocados a una situación de vulnerabilidad sobrevenida.
Durante el primer mes desde la reapertura del centro, se ha priorizado la atención presencial a las familias con las necesidades más urgentes y con menos conocimientos digitales, al mismo tiempo que se ha mantenido la atención telemática con el resto de los usuarios.
Constituida en el año 2013 por la Fundación La Caixa , la Fundación de la Esperanza es una entidad de acción social directa de proximidad que lucha contra la pobreza y la exclusión social en el distrito de Ciutat Vella. En 2019 se inauguró el nuevo edificio de la plaza de Sant Just, que ha permitido incrementar el número de actividades y la atención a las familias, así como facilitar el trabajo en red con las entidades sociales del territorio. La Fundación de la Esperanza atendió a más de 3.000 personas en situación de pobreza y vulnerabilidad en 2019.
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