Comienza en Estambul la primera cumbre humanitaria para mejorar la respuesta a guerras y catástrofes
A la cita acuden 177 estados pero no asistirán grandes mandatarios ni ONG como Médicos Sin Fronteras
Los conflictos armados se transforman a medida que las sociedades evolucionan y la tecnología se desarrolla. Las respuestas y la ayuda, en cambio, se mantienen ancladas en el pasado y pierden más eficacia cada día que pasa. Con esta idea en mente, la ONU ha trabajado durante meses para organizar la primera Cumbre Mundial Humanitaria , que arranca este lunes en Estambul.
Representantes de hasta 177 de los 193 Estados miembros de la ONU participan en las sesiones. Entre ellos destaca la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro libanés Tammam Salam y el líder del ejecutivo holandés Mark Rutte. También asistirá el «número dos» del Vaticano, Pietro Parolin. En total son 65 jefes de Gobierno los que participan. La delegación española está encabezada por el ministro de Exteriores José María García Margallo .
En palabras de la organización, el objetivo de la Cumbre es transformar la ayuda internacional y encontrar los protocolos adecuados para que sea realmente efectiva . «Necesitamos un liderazgo en el sistema de ayuda humanitaria . Esta va a ser nuestra demanda más importante», señalaba Jemilah Mahmood, responsable de la cita.
No obstante, durante las últimas semanas una ola de pesimismo sobre la verdadera capacidad de la cumbre recorre el ambiente. Los mandatarios de las máximas potencias del planeta ni siquiera acuden a la cita . Por ejemplo, nadie espera a los presidentes de los Estados Unidos y de Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin. Pero es que t ambién hay ausencias dentro del sector humanitario .
Ausencia de Médicos Sin Fronteras
Médicos Sin Fronteras (MSF) , una de las ONG con más capacidad e influencia, ha decidido no acudir a Estambul . «Con pesar hemos tomado la decisión de no participar de la cumbre. Ya no tenemos ninguna esperanza de que el WHS [siglas, en inglés, de la cita] vaya a abordar las debilidades en la acción humanitaria y en la respuesta de emergencia, en particular en las zonas de conflicto o en situaciones de crisis epidémicas», anunció la ONG a través de un comunicado.
Ban Ki-moon , el secretario general de la ONU, ha hecho público su «núcleo de cinco responsabilidades»: prevenir y terminar con los conflictos, respetar las reglas de guerra, no dejar a nadie de lado, trabajar de forma diferente para terminar con la necesidad de las personas e invertir en humanidad . Sin embargo, ninguna de estas propuestas es de obligado cumplimiento por los miembros de la ONU. «La cumbre se niega a reforzar las obligaciones de los Estados de mantener e implementar las leyes humanitarias y de refugiados que han firmado», criticó MSF en su escrito.
Decepcionados
Es la primera vez que se organiza una cita mundial a un nivel tan alto en el que las organizaciones humanitarias tienen un papel protagonista . Este hecho, de por sí, ya es visto por muchos como un gran paso adelante. No obstante, existen otros motivos que aumentan la decepción de los más críticos con la cita.
En primer lugar, por la elección del país anfitrión, Turquía, en un momento en el que el presidente Recep Tayyip Erdogan está acusado de creciente autoritarismo. Además, Turquía también acumula denuncias de violaciones de derechos humanos tanto por expulsar a sirios a su país en guerra como por acciones cometidas en el sudeste turco, de mayoría kurda, dentro del violento enfrentamiento que mantiene con las guerrillas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
La comunidad internacional invierte alrededor de 25.000 millones de dólares al año en ayuda humanitaria . La ONU sostiene que se necesitan al menos 15.000 más. Aunque en muchas ocasiones el problema no es el dinero.
Uno de los ejemplos más claros se vivió hace apenas un mes cuando un convoy de camiones cargados de medicinas no pudo entrar en el barrio de Daraya , a las afueras de Damasco, la capital de Siria. Son situaciones como esta las que la cumbre espera poder evitar que se vuelvan a producir.