Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres
La cofundadora de bound4blue: «No se puede hablar de igualdad cuando no se tiene el mismo acceso a la financiación»
La catalana Cristina Aleixendri figura entre los jóvenes de menos de 30 años más influyentes del mundo, según la lista «Fobres». Acaba de ser distinguida por su trayectoria por la Fedepe (Federación de Mujeres Directivas) y reivindica que solo se destina un ínfimo 2% de los fondos de capital riesgo a empresas tecnológicas fundadas por mujeres
Cristina Aleixendri (Barcelona, 1991) iba para médico, pero se metió a ingeniera , provocando más de un revuelo en casa. Esta joven pertenece al mundo del emprendimiento, embarcada en un sector, el marítimo, donde apenas un 2% de las personas que trabajan son mujeres. En su currículo figura haber trabajado en diferentes empresas tecnológicas y ser autora de varios trabajos de investigación, además de haber desarrollado varias patentes en el uso de la vela.
Pero ha sido desde bound4blue, empresa que cofundó en 2014, la que le ha granjeado más alegrías. Ha desarrollado un sistema que ayuda a los buques a ahorrar combustible al utilizar el viento para impulsar sus motores. El proyecto fue incubado por la Agencia Espacial Europea. La catalana está incluida en la lista «Forbes» de los jóvenes más influyentes de Europa menores de 30 años.
En un mundo de hombres, ha sido juzgada a veces con el prisma de la desigualdad, pero ella defiende un mundo más sano en todas sus facetas. Por eso, acuña su modelo para hacer del transporte marítimo algo más sostenible y respetuoso con el entorno.
Acaba de recibir el premio por ser una de las mujeres del año a cargo de la Fedepe (Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias), en la edición número XXIX de estos galardones y en la categoría de «Innovación y Emprendimiento Femenino». Se le ha reconocido como «emprendedora en el campo de "startups" tecnológicas de base industrial», que atesora gran conocimiento de la industria marítima y las tecnologías de eficiencia energética. Cuenta con una gran capacidad de inspiración y liderazgo, capaz de crear un buen equipo con ideas innovadoras en uno de los sectores más conservadores de la industria global. El jurado también enfatizó que Cristina «contribuye de manera activa al empoderamiento femenino trabajando en diversas iniciativas encaminadas a empoderar a las nuevas generaciones de chicas jóvenes para que logren sus objetivos profesionales».
En el acto de entrega en Madrid, la presidenta de Fedepe, Ana Bujaldón destacó la necesidad de «dar visibilidad al talento de las mujeres y a su excepcional trabajo en un año muy complicado para todos, que debe servirnos de acicate para mejorar y para avanzar en igualdad».
Así es la charla de esta joven premiada con ABC :
Mujer emprendedora. ¿Qué opina de la combinación, cuál ha sido su experiencia?
En mi caso, emprender ha sido un camino precioso y duro a partes iguales de empoderamiento a nivel personal y de confianza en mí misma. Creo que, lamentablemente, las mujeres todavía no tenemos las mismas oportunidades a la hora de emprender. A título de ejemplo, en 2018, tan sólo el 2% de todo el dinero invertido por fondos de capital riesgo en Europa se invirtió en empresas tecnológicas fundadas únicamente por mujeres. Claramente, si no tenemos las mismas oportunidades de acceso a financiación, tampoco tendremos las mismas oportunidades de hacer crecer nuestros proyectos. Yo misma me he enfrentado a situaciones a las que los dos compañeros con los que funde la empresa jamás se enfrentarán por el simple hecho de ser hombres.
Todavía quedan grandes desafíos a los que nuestra sociedad debe enfrentarse, y necesitamos contar con todo el talento. Y es que, creo que la igualdad consiste en precisamente eso, en el poder de la diversidad . A través de la diversidad, podemos crear una mejor comprensión de los problemas a los que nos enfrentamos y las soluciones necesarias para resolverlos. Por suerte, cada vez se ven más mujeres emprendiendo desde distintos ámbitos, especialmente el social, y me siento muy feliz por ello si es lo que les mueve y motiva. Eso sí, creo que emprender es un camino igual de válido y bueno que cualquier otro, y que las mujeres tenemos mucho que aportar en cualquier ámbito profesional (¡y por supuesto personal!).
¿Qué significa para usted este reconocimiento? ¿A quién lo dedica?
A nivel personal, este premio es como un abrazo para el alma, que vino justamente en el momento oportuno. Y a nivel profesional, es un gran empuje para visibilizar lo que estamos haciendo desde bound4blue, donde hemos desarrollado una tecnología de vela rígida para reducir la contaminación del transporte marítimo.
«Cuando entré por la puerta y dije que en vez de Medicina, sería ingeniera, la cara de mi padre era un poema. La de mi madre era de extrema alegría»
Si sólo pudiera dedicarle este premio a una sola persona sería a mi madre. Recuerdo que yo debía haber estudiado Medicina. Un día entré en casa y le dije que sería ingeniera . La cara de mi padre era un poema, pero la de mi madre era de extrema alegría. Siempre me ha dado alas y fuerza para perseguir mis sueños y me ha convertido en la persona que soy.
Industria marítima. ¿Por qué se metió en este mundo?
En realidad, yo estudié Ingeniería Aeronáutica, por lo que nunca me imaginé que acabaría trabajando en este sector. Decidí fundar bound4blue con dos compañeros porque vi que era una gran oportunidad de negocio y que se podía generar un impacto positivo en el medioambiente.
¿Sigue siendo un mundo netamente masculino? ¿Qué pasos ha observado que se den en su mundo hacia la igualdad?
Por supuesto. El sector marítimo probablemente sea uno de los sectores dónde los hombres tienen mayor representación. Sólo el 2% de los 1,2 millones de marineros del mundo son mujeres, y resulta que únicamente uno de cada diez emprendedores en el sector marítimo son mujeres. Las cifras están ahí y obviamente el sector no es ajeno a ello y trabaja por remediarlo. Existen iniciativas como el programa de género llevado a cabo por la Organización Marítima Internacional, que lleva en marcha desde 1988. En 2019, por ejemplo, se seleccionó como temática para el Día Marítimo Mundial el tema «Empoderando a las mujeres en la comunidad marítima» con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la igualdad de género, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible, y resaltar la contribución de las mujeres de todo el mundo en el sector. Existen también programas de becas, asociaciones, instituciones académicas, y un largo etcétera. Aun así, todavía queda mucho trabajo por hacer, y os doy las gracias por visibilizar este problema para la población en general, y no sólo para los profesionales de la industria.
¿Qué es lo más sexista que se ha encontrado en su carrera hacia el liderazgo y el emprendimiento? Y, al contrario, ¿algo que haya visto usted sexista en contra de los hombres?
Me ha ocurrido de todo, desde que no se crean que sea ingeniera por ser mujer, que desvíen la mirada hacia mis compañeros a la hora de hablar de asuntos técnicos, que una persona me diga que las mujeres sólo servimos para ser madres, o que un inversor pidiera una reunión con uno de mis compañeros para oír lo mismo que le había explicado yo, pero en boca de un hombre. La verdad es que siempre he estado en sectores infrarrepresentados por mujeres, tanto desde mi formación como ingeniera como en mi posición actual a nivel profesional en el sector marítimo. No puedo explicar ninguna situación sexista en contra de los hombres a lo largo de mi carrera, pero estoy segura que también deben de existir y prometo que me informaré de ello.
¿Cree que sigue habiendo carreras o profesiones «unisex»?
Las profesiones no tienen sexo, pero es un hecho innegable que actualmente hay carreras que están más representadas por hombres que por mujeres, y viceversa. En mi caso, durante la carrera de ingeniería, menos del 10% de mis compañeros eran mujeres. En este sentido, para aumentar la presencia de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) debe producirse un cambio desde la niñez. Hay algo que tira para atrás a las jóvenes a la hora de escoger estas profesiones. Lo mismo ocurre con los niños.
¿Es usted partidaria de las cuotas?
Por un lado, creo que ocupar un puesto directivo o ser miembro de un consejo de administración debe ser algo meritocrático, por lo que imponer un porcentaje indirectamente puede interpretarse como que las mujeres no seríamos capaces de llegar a esas posiciones sin un sistema de cuotas. El talento no tiene género ni es una cuota . Las mujeres somos más del 50% de la población y, por puros principios, las empresas deberían reflejar ese porcentaje. Al principio pensaba que la mujer acabaría alcanzando esos puestos por su propia valía y sin necesidad de imposiciones por parte de leyes estatales, pero al final se observa que carecemos de las mismas oportunidades y que existe un techo de cristal. Por tanto, por otro lado, empiezo a creer que es necesaria una ley de sistema de cuotas para romper esos techos . Es decir, un sistema de cuotas como acelerador del cambio. Probablemente parezca un concepto bastante nuevo en España, pero esto ya es algo que lleva haciéndose desde hace una década en Noruega, a la que se sumaron más tarde países como Francia, Bélgica y Holanda entre otros, y donde ya se ha visto el beneficio económico.
¿Cuál ha sido su modelo de inspiración?
Cuando era pequeña decía que quería ser médico para salvar vidas. ¡Bendita inocencia! Lo que ealmente quería, y eso lo descubrí cuando crecí, era trabajar por un mundo mejor a favor de las personas y el planeta. Ahora mismo, mi misión es reducir el impacto medioambiental del transporte marítimo vela a vela, por lo que de aquí a unos años me encantaría ver el impacto positivo que bound4blue habrá generado.
¿Cuál es una condición femenina que no soporta o un tópico que se adjudique a las mujeres y le desquicie?
Hay infinitos, pero un tópico podría ser cuando alguien dice «no es como las otras mujeres». En ese momento me explota la cabeza, ¿cómo se supone que debe ser una mujer? Parece que si eres mujer debes comportarte y ser de una cierta manera, debes encajar dentro de un patrón, y creo que esto está intrínsecamente arraigado dentro de la sociedad. Una frase más correcta sería «es una persona muy especial». A nadie deberían meternos en ningún saco.
Y una pregunta incómoda...¿deben seguirse dando premios que distintan sexos?
El simple hecho de que estemos discutiendo estos temas creo que refleja la necesidad de unos premios como los de la FEDEPE. Ojalá haya un día que estos premios no sean necesarios, porque significará que hemos conseguido la igualdad en todos los sentidos.
¿Cómo ve usted a las mujeres jóvenes de hoy, son más o menos emprendedoras que años atrás?
Conozco mujeres de 70 años que a mi edad abrieron su empresa y trabajaban para marcas internacionales de reconocido prestigio, y teniendo en plantilla al mismo número de personas que conforma el equipo de bound4blue actualmente. Tienen mucho mérito, incluso más, sobre todo al haberlo hecho en un mundo sin la misma tecnología que tenemos hoy y con mayores desigualdades.
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