El 16 de octubre de 1969 se publicó un decreto del Gobierno que delimitaba las 35.000 hectáreas que constituyen el corazón de esa joya natural, ampliada ahora a algo más de 54.000 hectáreas y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1994, pero amenazada por el robo de agua o de tierras y nuevos proyectos de carreteras.